Caras de sorpresa e ilusión en los ojos de los más pequeños que asisten estos días a los Talleres de Magia que se enmarcan dentro del Verano Cultural y de la programación de las Jornadas Internacionales de Magia de Zamora, cuya XXIV edición tendrá lugar del 12 al 17 de septiembre.

El edificio de la Alhóndiga se ha convertido en una escuela de magia para niños y niñas de 6 a 12 años, aprendices del "arte de hacer posible lo imposible", según señala Paulino Gil, mago zamorano y organizador tanto de estas actividades como de las jornadas. El objetivo es "acercar este mundo a los más jóvenes y crear buenos aficionados", afirma Gil. Mediante este taller pretenden transmitir que la magia es un canal de comunicación que sirve para relacionarse.

Los maestros han seleccionado efectos que requieren utensilios sencillos, teniendo en cuenta la edad del alumnado. Por ejemplo: fichas de parchís, una baraja, una varita mágica, un vaso de plástico, etc. Todo el material es entregado a los niños para que puedan practicar en sus casas después del taller y, así, sembrar en ellos una mayor inquietud por la magia. Además, es imprescindible que los trucos sean llamativos y sorprendentes. "Nos preocupamos mucho en la selección de los efectos. Somos muy exigentes y nos ponemos en el lugar de los niños para encontrar qué es lo que más les puede interesar y divertir. Asimismo, para nosotros, la potencia de la magia la tiene que tener el efecto en sí y, por supuesto, la presentación que hace el mago, puesto que la importancia está en saber presentar el truco, algo que se logra ensayando mucho", apunta el director del taller. Los instructores consideran que hay que enseñar de forma clara y sencilla. "Aunque son muy pequeños, vienen con tanto interés que no les cuesta demasiado aprender los trucos". Durante los dos días que ha tenido lugar el taller, los alumnos han aprendido unos 7 u 8 trucos, pero "no es cuestión de cantidad, sino de calidad", explica Paulino Gil, quien asegura que "en Zamora, somos afortunados por contar con unas jornadas que son un referente a nivel internacional, y que sitúan a nuestra ciudad como capital mundial de la magia, generando criterio entre nuestro público".

Por parte de los niños y niñas, las reacciones son totalmente positivas y, no solo agotan rápidamente las plazas de inscripción, sino que quieren repetir, como Adrián, de 8 años, que afirma que si puede, se apuntará también en Navidad. Sonrisas de satisfacción y entusiasmo en frases como "¡Me ha salido!" o " ¡Yo ya lo he hecho dos veces!", se volverán a escuchar durante los próximos 8 y 9 de septiembre durante el taller en la Alhóndiga.