"Cuando Ramón Abrantes logra independizarse se compra una casa en San José Obrero donde reside desde que tiene 20 años. Los estudios los tuvo en Zamora pero su vida la hizo en el barrio", afirma el escultor Ricardo Flecha quien anoche aproximó a la obra, la vida y la relación de este artista con sus vecinos en la primera velada cultural "Noches de Bariego", efectuada en la plaza Ángel Bariego, a iniciativa del colectivo Desarrollo Comunitario de San José Obrero para dotar de actividad cultural y vida este espacio.

"Sentía como de su familia a la gente del barrio", sentencia Flecha Barrio, quien fue pupilo del escultor y que lo define como "un hombre muy abierto, muy de charlas con amigos; de hecho mucha gente conserva dibujos y algunas obras pequeñas de él que regalaba".

Flecha acompañó su intervención con muchas imágenes de su maestro quien era amigo de Ángel Bariego. "Yo comencé en el taller de Ramón (Abrantes) en 1979 y cada poco iba por allí Ángel Bariego" y añade: "Conociéndolos a los dos, están contentos de estar presentes ambos en esta plaza", en referencia a que el espacio lleva el nombre del activista fallecido recientemente y en él se encuentra una escultura de Abrantes que representa una figura de mujer con niño a modo de maternidad, una pieza hecha "en su última época".

Fue un artista "para el que no hubo academias ni hubo becas para que pudiera estudiar. Se hizo escultor a base del mundo del trabajo", sentencia Ricardo Flecha.

En barro y en escayola Abrantes efectuó numerosas piezas para el cementerio, mientras que a trabajar la piedra le enseñó "un hombre que vino a Zamora por las obras de La Laboral y no pudo comenzar a trabajarla hasta que tuvo un taller amplio en la calle de las Doncellas en los años 60", menciona Ricardo Flecha que pone en valor la escultura de su maestro presente en la fuente del patio de la Diputación.

El contacto con pintores y escultores le hicieron a Ramón Abrantes aprender el oficio y adentrarse en el mundo del arte. Pasó por distintas épocas. Desde imitar a Rodin a más figurativo y posteriormente más abstracto hasta que conoció la obra de la Escuela de París. "Hizo un viaje en el año 1979 a París que le cambió. Al regresar modificó su manera de entender la escultura. Compró mármol y realizó su primera exposición", enumera el pupilo que remarca: "Es un hombre marcado por lo que vive y experimenta" y ejemplifica que las maternidades aparecen en el hacer de escultor cuando "su sobrina tiene un niño".

Tras la proyección de las imágenes y la charla de Flecha, los presentes disfrutaron de la actuación de la orquesta del XXIII Curso Internacional de Técnica e Interpretación para instrumentos de viento y cuerda, integrada por un centenar de jóvenes músicos que prepararon un atractivo programa.

Las notas de instrumentos sonaron en la plaza de Ángel Bariego, quien siempre estuvo comprometido con el barrio y que siempre apoyó el acercamiento de las artes a toda la población.