La población extranjera abandona la provincia de Zamora en un proceso progresivo que arrancó hace un lustro con un recorte escalonado de emigrantes para los que la provincia ha dejado de ser un lugar con posibilidades laborales y económicas. Pese a todo, la población extranjera crece en Zamora en casi 5.500 personas en las últimas dos décadas, es decir, se ha multiplicado por siete al pasar de los apenas 900 de 1998 a los casi 6.400 actuales.

Si bien la cifra ha engordado, la escalada de las cifras echó el freno en el salto entre los años 2012 y 2013, cuando arrancó una caída libre hasta los más de 6.000 extranjeros actuales frente a los casi 9.000 de los últimos cinco años, según registran los datos provincializados del Instituto Nacional de Estadística.

En la actualidad, los búlgaros son los que más han apostado por Zamora, con más de 1.300 ciudadanos procedentes de este país. Les siguen muy de cerca, con 1.223, los portugueses, si bien los rumanos también continúan en la provincia probando suerte. A partir de ahí, el salto es abismal con respecto a los siguientes extranjeros que residen en la capital. Se trata de los dominicanos y los colombianos, con 227 y 213 vecinos, respectivamente, con representación también de brasileños y hasta casi 200 chinos. El último registro del Instituto Nacional de Estadística computa un solo australiano y otro ciudadano de Oceanía, además de un libanés y un japonés, los que menos representación extranjera tienen en el territorio zamorano en el último ejercicio.

El proceso de descenso de extranjeros, según las series de población que registra el Instituto Nacional de Estadística, obedece en parte a las escasas posibilidades laborales que ofrece Zamora tanto para propios como para ajenos. Una situación que corroboran organizaciones no gubernamentales que trabajan con colectivos de emigrantes, caso de Cáritas Diocesana de Zamora que, a través de su programa con extranjeros, ha comprobado cómo la cifra de usuarios de fuera del país se reduce en los últimos ejercicios a consecuencia del paro y la crisis.

En el ámbito de la provincia, las diferencias entre unos municipios y otros son abismales. Así, mientras que Villalonso es la localidad con más extranjeros en su censo, Tapioles o Pinilla de Toro son los que menos vecinos foráneos acogen. Entre el primer bloque -los que más representatividad de extranjeros registran- se encuentran hasta diez municipios zamoranos a mayores de Villalonso. Es el caso de Villalobos, Trabazos, Villavendimio, Alcañices, Requejo, Fuentesecas, Revellinos, Molezuelas de la Carballeda y Vega de Villalobos. En el extremo contrario, es decir, aquellos que no registran ningún extranjero en su vecindario, están Villaveza del Agua, Abezames, Algodre, Belver de los Montes, Cuelgamures, Gallegos del Pan, Carballeda, Luelmo, Pinilla de Toro o Tapioles.