Las noches de julio se llenan de música y humor en el festival "Vete al Fresco", el cual se celebra por segundo año consecutivo en la capital y pretende difundir el talento de los artistas de Zamora. El acto combina la transmisión de la cultura con la hostelería y el patrimonio histórico, con el objetivo de que su realización sea beneficiosa para los negocios de la ciudad. Los grupos musicales, monologuistas o magos tienen la oportunidad de tocar en diferentes bares durante las primeras horas de las noches de julio. El certamen se encuentra estos días en su punto central, pues dio comienzo el pasado 8 de julio, y finaliza el próximo día 29, con la actuación del cómico Gelo Fuentes en El Panadero (Valorio), a las 22.00 horas.

En esta edición, desde la organización destacan la participación y la gran acogida por parte del público, "estamos muy contentos, el festival del año pasado también funcionó muy bien, pero este ha mejorado nuestras expectativas", comenta Jéssica Baz, planificadora del certamen. Gracias a este tipo de actos, los zamoranos cada vez se familiarizan más con los artistas de su ciudad, "muchas veces los asistentes conocen a los intérpretes, algo que ha cambiado respecto a la edición anterior, también la gente empieza a descubrir este proyecto y hemos notado un apoyo mayor", añade. Prueba de ello es el hecho de que al cartel inicial se hayan sumado nuevas actuaciones que en principio no se presentaron, entre ellos el grupo Trifásicos, una formación de creación reciente que está compuesta por tres jóvenes que tocan temas musicales de las décadas de 1960 y 1970; y también algunos monologuistas han mostrado su interés por participal en la celebración y otorgar un toque de humor a los actos.

La mayoría de las actuaciones corresponden a artistas de la capital, pero también hay otros procedentes de ciudades diferentes, además, los organizadores confían en los bares para que aporten actuaciones de grupos que tengan relación con ellos o hayan tocado allí antes, "damos libertad a los establecimientos para que puedan traer a los artistas que consideren", señala Baz.

El festival fomenta el ocio de los fines de semana en los barrios zamoranos, puesto que la gente puede acudir a sus terrazas habituales, y ese acto les aporta algo diferente, un toque de humor, magia o música, "en varias zonas de la ciudad pueden realizarse actuaciones simultáneas para que los habitantes puedan quedarse en su barrio a la vez que disfruten de música en directo, eso también ayuda a los bares. La idea es dinamizar la música, que la gente pueda disfrutar de una copa o un refresco en una terraza después de un caluroso día de verano", apunta Jéssica Baz.

El hecho de realizar actuaciones en lugares dispares de la ciudad tiene la finalidad de que el talento local llegue a un mayor número de espectadores, "para nosotros la difusión de la cultura local es prioritaria, no solo tiene importancia en Zamora, sino que también tenemos presencia en otras ciudades como Palencia o Segovia, estamos creando una red a través de la que dar a conocer a los músicos de nuestra zona", observa Baz.

El proyecto que acaba de nacer ha contado con las actuaciones del saxofonista Ismael Dorado, o los cantautores Carlos Bueso o Fernando Maés, en jornadas anteriores del festival.

Anoche se dieron cita en la celebración los cantautores Carol y Juancar en el El Panadero (Valorio) a las 22.00 horas; los intérpretes de reggae Charlie y Brasi, en el Bar Fariza, a las 22.30 horas; y Hucleberry, grupo de jazz, en el Bar Torres.

La idea pretende ser duradera y tener presencia en la capital durante los próximos veranos, cada vez con nuevas incorporaciones y mejoras para convertirse en una cita anual de los habitantes de Zamora.