"La corrupción del PP" centró la parte más férrea del informe de gestión de Luis Tudanca, que enarboló la "bandera de la lucha" contra esa lacra en su repaso a los tres años de su liderazgo del PSOE en Castilla y León, un partido "duro" contra esos comportamientos políticos "que ha lastrado el desarrollo económico porque exigían mordidas a empresarios". Tudanca puso en valor el "contundente" posicionamiento de los socialistas por producirse "en un momento en el que no se hablaba de eso aquí, ni los nuevos partidos que pretendían vivir al resguardo del PP diciendo que no era como el de Valencia o Madrid", en alusión a Podemos. "Sí lo era y nos ha colocado en el epicentro de la corrupción de España", sentenció en Zamora, en el XIII Congreso del PSOE, donde revalida hoy su secretaría autonómica.

Recriminó a quienes censuraron entonces al PSOE con la excusa de que "solo buscaba ganar votos", cuando "la lucha contra la corrupción del PP nunca fue electoralista, sino una exigencia ética". Siempre desde la convicción de que "estaba haciendo mucho daño económico porque se exigían mordidas a empresarios que querían invertir, lo dice la Fiscalía, no yo". Y lo demostraba el que "no se creaba riqueza ni había empleo, sino menos industria y despoblación".

El líder socialista también tuvo oportunidad, ante más de 400 delegados e invitados, de mostrar a su formación como "una alternativa en materia fiscal, presupuestaria, para proteger y salvar los servicios públicos, para luchar contra la despoblación y sostener el medio rural, conectada con sindicatos y asociaciones" sociales, sin dejar a nadie en el camino, "con la que nadie tenga que irse porque hay trabajo".

Sin olvidar el trabajo de sus antecesores en la creación del proyecto socialista, presentes en la cita y a los que nombró, puso sobre la mesa a "un partido, abierto, transparente", del que los ciudadanos pueden saber "quiénes somos y de dónde venimos", municipalista, capaz de forzar acuerdos en cuestiones importante como "el pacto de reindustrialización".

Tudanca no dudó en proclamar que el PSOE esta hoy "mucho mejor" que cuando él llegó hace tres años, tras pasar un periodo "muy duro", un mérito que arrogó a "la militancia que ha cosido el partido con sus votos en las casas del pueblo", ha dado ejemplo de democracia, logrado "unidad y fortaleza" en un momento muy delicado, en el que dijo haber el PSOE "con lealtad" en un territorio complicado pero "no imposible" para los socialistas, como demuestra el que el PP haya perdido la mayoría absoluta en la Junta y que el PSOE gobierne en la mitad de ayuntamientos de más de 20.000 habitantes.

Tudanca ensalzó el trabajo de su ejecutiva, de alcaldes, concejales y parlamentarios para "recuperar la confianza de millones de socialistas que habían perdido la fe en su partido de siempre", un paso esencial para imponerse "frente a enemigos poderosos" contra quienes "la única arma de los socialistas es la palabra, la coherencia y la credibilidad".

El responsable socialista no ahorró elogios a los afiliados, artífices de la unidad y fortaleza con la que hoy se presenta lo que los socialistas han dado en llamar "el nuevo PSOE", pegado a los ciudadanos. Y defendió "la libertad, el voto libre de los militantes, solo suyo, ellos deben decidir el futuro del partido". Dio por terminado "el tiempo en el que los secretarios nos posicionábamos para condicionarles".

Adriana Lastra, la vicesecretaria general del PSOE, tampoco ahorró agradecimientos a los socialistas castellano y leoneses, a Tudanca y la zamorana Ana Sánchez, entre otros, por "manteneros durante mucho tiempo firmes en unos ideales y una dirección política", fieles al derrocado Pedro Sánchez, de quien es su mano derecha, "frente a la resignación, a los ataques de la derecha política y mediática de este país". Ahora toca "decir a toda esa gente que se nos fue por la izquierda que aquí esta la izquierda real, la alternativa decente" para transformar el país, "defender el Estado del Bienestar. Solo puede lograrlo "un Partido Socialista Obrero renovado", con "el discurso de la ilusión frente al de la resignación y la supervivencia" de otros partidos. Parafraseó al Quijote para llamar a los socialistas castellano y leoneses a transformar la realidad, ""cambiar el mundo, amigo Sancho, no es locura ni utopía, sino justicia", el valor socialista por antonomasia, la que engloba los demás valores, igualdad, solidaridad, libertad", agregó.

La vicesecretaria del PSOE arremetía minutos antes contra un PP que "ha arrinconado a Castilla y León en la despoblación" y animó a sus compañeros del PSOE a aprovechar "esta oportunidad" para gobernar la comunidad, "que se lo merece después de 30 años, Demetrio (Madrid)", apuntó para recordar la etapa del único presidente socialista de la Junta. Y se refirió a Tudanca como "el líder indiscutible, incontestable" para ello, "con un equipo fantástico y un proyecto imbricado en el federal que sacará a esta región" del arrinconamiento.

Arrancó la ovación del auditorio cuando volvió sobre la corrupción de los populares en Castilla y León, que parecía nada comparada como la de Valencia y Madrid, pero se ha sabido "con horror, que aquí nació la Gürtel, aquí es donde el PP hizo dinero, se dopó para ir a las elecciones, cometió las mayores tropelías". Dirigió sus dardos también hacia un PP que "dirige a los jóvenes hacia las grandes urbes, sin que le importe despoblar nuestros municipios y ciudades del noroeste. Abandonan nuestra industria, como la de León, la minería".

Lastra atacó a "la derecha de la desigualdad" que se ceba en Castilla y León con las clases sociales y con el mundo rural en favor del urbano, una deriva que para corregirse no solo precisa de servicios sociales, sino de la generación de yacimientos de empleo, "la gente se queda donde hay trabajo, ese es nuestro reto", recriminó al PP.