Una conversación con el historiador leonés Ricardo Chao permite alcanzar en unos pocos minutos una visión cristalina de nuestro pasado, de la enorme importancia del Reino de León en su época o de la juventud de la autonomía de Castilla y León. Ayer compartió sus estudios con los asistentes a una charla en torno al monarca zamorano Alfonso IX en la Biblioteca Pública de Zamora. Su fascinación por el pasado del Reino lo ha llevado a publicar diversos libros, el último, "Historia de los reyes de León" (editorial Rimpego, 2017).

- ¿Por qué optó por especializarse en el Reino de León?

-Cuando acabé la carrera de Historia, decidí dedicarme a estudiar la Inquisición dentro del Reino de León. Entonces, abrí un blog llamado "Corazón de León" para escribir artículos divulgativos sobre este territorio. Me gustó tanto que acabé por especializarme. Hablamos de un reino maltratado por la historiografía española, olvidado a pesar de que fue el más importante en la Alta Edad Media. Cuando lo exploras y sabes más cosas de la veintena de reyes que estuvieron al frente, te das cuenta de que ha recibido un trato injusto.

- La Historia, pero también la televisión o el cine se han fijado en otros periodos y reyes, ¿verdad?

-Es la deriva de la propia Historia. Después de 1930, cuando se unen las coronas de Castilla y de León en la persona de Fernando III, comienza a escribirse el pasado desde la óptica castellana. Es el ejemplo de Alfonso X el Sabio, quien en sus famosas crónicas expresa un único punto de vista, el castellano, utilizando además leyendas y otros relatos basados en realidades infundadas. Es una especie de propaganda que ha fructificado hasta nuestros días.

- ¿Cuándo se fraguó el Reino de León?

-Tradicionalmente se ha dicho que el Reino de León arranca en el año 910 con Alfonso III, rey importantísimo para Zamora porque reconstruyó la ciudad. Entonces, la capital pasa de Oviedo a León, como si acabara el Reino de Asturias y comenzara el de León. Sin embargo, esto es falso. Se trata del mismo reino, los monarcas también y solo cambia la capital. Por eso, mis estudios siempre empiezan con los soberanos de Asturias, es decir, con Pelayo. En cuanto al final, está fijado precisamente en 1230 con la unificación llevada a cabo por Fernando III. Aún así, hasta muchos años después el Reino de León figuró con entidad propia, las Cortes solían convocarse en ciudades separadas para cada entidad. En 1296 un hijo de Alfonso X, el infante don Juan, se proclamó rey de León en sentido amplio y gobernó de esa manera durante cuatro años, emitió moneda y firmó documentos.

- Viajemos al pasado, ¿qué territorio abarcaba León?

-La extensión clásica abarcaba Galicia, Asturias, León, Zamora y Salamanca. Y con Alfonso IX, también la Extremadura leonesa. Además, el norte y centro de Portugal, Cantabria, Castilla la Vieja y a partir de Alfonso VI, Castilla la Nueva, lo que hoy es Castilla-La Mancha. Al morir el principal rey y emperador, Alfonso VII, se separa el reino y se abre una lucha durante décadas. En resumen, dos terceras partes de la península en el momento de mayor expansión.

- Junto a Alfonso VII, ¿cuáles fueron los principales soberanos?

-Esto es un poco subjetivo, pero en función de la expansión del reino habría que hablar de Alfonso VI, que conquista Toledo en 1085 y es reconocido emperador por los demás monarcas cristianos. Luego Alfonso VII y por importancia para nuestro tiempo, el zamorano Alfonso IX, cuyo primer año de reinado, en 1188, hace las primeras cortes de la historia. Convoca a representantes de las ciudades para que tengan representación, lo cual le ha valido a León el título de la Unesco de cuna del parlamentarismo. Igualmente, fue fundador de la Universidad de Salamanca.

- Ya que lo dice, la Universidad de Salamanca conmemora el próximo año su octavo centenario, ¿cree que fue en efecto la primera del país?

-En cuanto a institución de enseñanza, son más antiguos los estudios generales de Palencia y Valladolid. Como estaban en un reino enemigo, Alfonso IX colocó los primeros estudios de la corona leonesa en Salamanca. En lo que tienen razón los salmantinos es que su institución es la primera en recibir el título de universidad en toda Europa.

- ¿Cómo fue la evolución de León a lo largo de los siglos? ¿Hubo altibajos?

-Tuvo sus altibajos. Era un reino a la defensiva que tuvo que luchar por su propia supervivencia frente a los musulmanes, aunque lo hizo muy bien e infligió a Abderramán III su mayor derrota, en Simancas en 939. Otro gran varapalo para el Reino de León y el resto de territorios cristianos fue Almanzor en el último cuarto del siglo X. Sin embargo, a partir del año 1000 se consolidó como principal reino y tuvo una notable preponderancia sobre los musulmanes, a quienes obligó a pagar impuestos. El punto álgido tuvo lugar con Alfonso VII, cuando se corona emperador en León en 1135. Alfonso IX tuvo su periodo de debilidad, pero se sobrepuso y la última parte de su etapa fue espectacular.

- ¿Cómo eran el resto de territorios en la etapa de preponderancia de León?

-Castilla era un condado, como el norte de Portugal. Fue alcanzando una importancia cada vez mayor, sobre todo a partir de 1157, con la división que hizo Alfonso VII. Se toda de un aparato estatal y de funcionarios. Cuando Alfonso VIII llega a la mayoría de edad, Castilla emerge y aprovecha los problemas de León. Por eso, en 1230 Castilla va a llevar las riendas y a escribir la Historia.

- Por lo tanto, eran buenos publicistas.

-Solo hay que leer el Poema de Fernán González u otros documentos para comprobar que piensan que han vencido y se dedican a hacer propaganda. Entonces, había un historiador leonés, Lucas de Tuy, y otro zamorano, Juan Gil de Zamora, que manejaron crónicas leonesas que no fueron copiadas y se acabarían perdiendo. Hubo cantares de gesta leoneses que no han llegado hasta nuestros días porque no interesaban.

- Si hubieran llegado a la actualidad, la visión de la Historia sería bien distinta, ¿verdad?

-Basta con ir a las fuentes originales para comprobar que las cosas fueron muy distintas a como después las contaría Alfonso X. Incluso en el extranjero tenemos crónicas de Suiza o Inglaterra, donde se ve el reflejo del Reino de León.

- Ayúdenos a conocer la Zamora de aquella etapa histórica.

-Zamora tenía una importancia política muy diferente a la actual. Siempre he dicho que fue la capital militar del Reino de León, el lugar donde se situaban las tropas cuando tenían que luchar contra los musulmanes más al sur. Le ayudó su situación estratégica, emplazada sobre la roca, junto al río. Zamora fue la ciudad que permaneció fiel a Alfonso VI cuando Sancho II le usurpa la corona.

- En Zamora nos interesa mucho el personaje de Urraca, la reina que no llegó a reinar, ¿se ha magnificado su figura?

-Urraca fue un personaje muy importante porque ejerció de tutora de Alfonso VI. Se le atribuye el título de "señora" de Zamora, pero el título de reina puede llevar a engaño. En la época era una costumbre que a los hijos del rey se les llamara también reyes, aunque no llegaran a reinar. Fue un personaje vital, aunque en el siglo XIX se hablaba de ella como una auténtica reina independiente, pero no lo fue. De hecho, cuando matan a Sancho II, lo primero que hace Urraca es avisar a Alfonso, que estaba desterrado en Toledo, para que recupere todo el reino. Ella no se quería quedar como soberana.

- Y fue protagonista del famoso Cerco de la ciudad. Aquí los historiadores tienen que ser cautelosos y separar los hechos históricos de los legendarios, ¿verdad?

-Las fuentes nos cuentan cosas distintas de lo que siempre se ha dicho. Como que Bellido Dolfos, de una forma muy ladina, se convierte en un falso desertor y pasa a las filas castellanas para hacerse amigo del rey y matarlo por la espalda. Lo que nos dicen realmente es que cogió el caballo más veloz, se internó a todo galope, mata al rey y regresa victorioso, cerrando la puerta de la ciudad a sus perseguidores en las narices. Incluso hay muchas crónicas castellanas que lo tildan de osado y de audaz porque protagonizó una operación "tipo comando". Al final, la versión que nos ha quedado es un cantar de gesta del siglo XIII, escrito más de doscientos años después de los hechos históricos, convirtiéndose en historia oficial. Una de las cosas que más me sorprenden es el "autoodio" al que han obligado a Zamora hacia su propio pasado. La ciudad se defendió frente a un soberano invasor, pero estos mitos han creado una visión distinta. Y por eso llama la atención también la cantidad de cosas dedicadas a Sancho II. Es como si en León le dedicáramos una plaza a Almanzor. Me da esperanzas el cambio de mentalidad con gestos como la conversión del Portillo de la Traición en el de la Lealtad.

- La historiadora leonesa Margarita Torres defiende a través de documentos que el famoso cáliz de Doña Urraca, custodiado en la Colegiata de San Isidoro, se corresponde con el que la tradición ha señalado como el verdadero Santo Grial, ¿usted qué opina?

-Margarita Torres se basa en una serie de documentos musulmanes que aparecieron en El Cairo. La Historia debe utilizar el método científico y a mí me gustaría que otros profesionales corroboraran que esos papeles son auténticos. Entonces, me quedaré mucho más tranquilo, porque lo que cuentan es fascinante. Yo no creo que esa fuera la copa de la que bebió Jesús, pero sí pudo ser la que ellos creían que utilizó. Me queda la duda de por qué si tenían una reliquia tan importante, siempre la ocultaron cuando lo normal entonces era todo lo contrario.

- ¿Están orgullosos los leoneses de su propia historia?

-En general, la gente desconoce su propia historia. Hablo de León, pero también de Zamora y Salamanca. Tenemos muy poca memoria histórica. Me queda la esperanza de que los actos de 2010 con el 1100º. Aniversario del Reino de León generen un mayor interés. Actos que se celebran en León, cuando debería hacerse en el resto del antiguo territorio.

- ¿Deberían implicarse más los zamoranos y los salmantinos?

-Claro. Hubo instituciones privadas de Zamora, Salamanca y Portugal que publicaron trabajos al respecto, pero a la gente de la calle le llega muy poco esto, debido a los marcos administrativos actuales. Por ejemplo, mis alumnos del instituto pensaban que Castilla y León existió desde la Edad Media, cuando se creó en 1983.

- Le propongo que reflexione precisamente sobre las autonomías y el desafío catalán, auténtico asunto de actualidad.

-El sistema autonómico propicia que cada uno haya fabricado su historia a la medida. En principio, la idea era que las regiones históricas tuvieran derecho a su autonomía. En algunos casos se cumplió, pero en otros, como Madrid o La Rioja, no. Castilla y León eran dos regiones históricas diferentes que se juntaron. En el caso de Cataluña, han tomado su historia, manipulándola o magnificando en función de sus intereses, algo muy propio de los nacionalismos. Lo más grave es encontrar libros que hablan de "Castilla y León en la Edad Media", aberraciones en el ámbito histórico.