El mercado central de mayoristas, Mercazamora, supone un déficit anual para el Ayuntamiento de unos 400.000 euros, pese a lo cual el Consistorio está luchando por mantener la infraestructura facilitando incluso que se puedan ir ocupando los puestos vacantes aún a costa de pedir por ellos un canon que está por debajo de lo que sería el coste de mercado. Y eso a pesar de que no es una dotación obligatoria, es decir, el Ayuntamiento no tiene obligación legal de mantener abierto el Merca.

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, reconoce que las instalaciones tienen deficiencias, pero asegura que no está abandonado y que la política del equipo de Gobierno tampoco va en la dirección de cerrarlo, sino de intentar mantenerlo. Una de las políticas ha sido la de convocar licitaciones para ocupar los puestos cerrados cuando se observa que hay interés por parte de algún industrial, aunque de momento solo tres han accedido al recinto. El alcalde de Zamora recuerda a los industriales que nadie está obligado tampoco a estar en el Merca, en unas instalaciones que pese a ser vetustas presentan también ventajas, como su bajo coste en relación a lo que costaría una dotación similar en el mercado libre.

El alcalde reconoce que existen deficiencias y que Mercazamora ha recibido poca inversión, por lo que en lo que queda de mandato se intentarán realizar actuaciones en las instalaciones para mejorarlas.

Guarido no cree que las voces más críticas con la situación del Merca sean mayoritarias entre los industriales, y considera que la vía del diálogo es la que debe imperar en todo momento.

En la misma línea se manifestó el presidente de los industriales del Merca, Justy Fernández, quien mostró su desacuerdo con la actitud de romper los candados tomada el pasado lunes. "Lo que me dicen es que tomaron la decisión de romper los candados todos los que estaban allí y no se ha identificado a nadie en concreto. Pero no podemos actuar así. Si hay algún problema hay que explorar la vía del diálogo con el concejal, los funcionarios del servicio o incluso con los mismos conserjes". Tampoco comparte Fernández las manifestaciones realizadas a este diario por algunos industriales acerca de la situación del Merca. "El Merca está viejo y evidentemente surgen problemas, pero lo más positivo es hablar cualquier incidencia con el administrador. Y tendremos primero que hablar entre nosotros para transmitirla, porque no podemos actuar cada uno por nuestra cuenta. El diálogo es la única forma de resolver las cosas".

Cámaras y bar

El alcalde precisó también algunos otros aspectos referidos a las declaraciones de los industriales. Con respecto a las cámaras frigoríficas, dijo, no es cierto que estén averiadas, sino que se dejaron de utilizar porque solo las usaba un industrial, y no era lógico que el Ayuntamiento asumiera el alto coste de mantenimiento de este aparato que utilizaba un solo empresario. Cuando se sacan a licitación los puestos vacantes se hace lo propio con la cámara frigorífica, para que si hay interesados la gestionen, alquilando los servicios al resto de los empresarios, pero no hay ofertas para quedarse con ella.

Lo mismo ocurre con el bar: si nadie cogía la gestión del actual recinto, que estaba ya montado, difícilmente va a asumir un particular el coste que supone adaptar un módulo para este fin, que puede salir por unos 50.000 euros. La solución podría pasar por que el Ayuntamiento adaptara, aunque fuera de forma básica un puesto de abajo, que cumpliría la normativa de accesibilidad y lo sacara a licitación para su gestión. O bien que alguno de los negocios del polígono de los Llanos abriera un bar que diera servicio a la zona, como ocurre en el polígono de La Hiniesta, con los bares de los concesionarios de coches.