Azahara Ramos

Danzas, ritmos y canciones se transmiten "De boca en boca" en un taller sobre la recuperación de los valores del pasado, dirigido a niños de entre 6 y 12 años de edad, que se celebra hasta el 14 de julio en el aula de didáctica del Museo Etnográfico de la capital, desde las 11.30 hasta las 13.30 horas. El día 15 de julio el taller tendrá lugar para los niños de 4 a 6 años.

"De boca en boca" está organizado por la musicóloga Julia Andrés Oliveira y Rosa Encinas. En el desarrollo del mismo, los niños aprenden el origen de la música tradicional transmitida de forma oral y su supervivencia, además de conectarla con la música contemporánea y con elementos de la danza y del ciclo vital a través de ritos y fiestas. Los asistentes contarán con un invitado de excepción, el musicólogo zamorano Miguel Manzano, quien contará el trabajo realizado a través de su prestigiosa y reconocida trayectoria. Investigaciones que permiten mantener vivo el testimonio porque, como señala Rosa Encinas, "este tipo de personas e las que mantienen viva la tradición, y es importante que los niños las conozcan para acercarlos más a esa realidad. La actividad consiste en explicarles cómo se pasa de la música al papel después de haberse transmitido oralmente, lo que permite su permanencia, y tras testimonios como este o vídeos con personas mayores, las nuevas generaciones se animan a preguntar a sus familiares sobre estos temas y descubrir valores asociados a los recuerdos de estos".

El taller pretende hacer ver la relación entre los humanos y los objetos que usan: "Los siglos que los conectan no están tan estudiados y es algo que está en la base de la cultura. Eso les lleva a abrir una ventana al pasado, al origen de la música". Por otra parte, "el Etnográfico tiene todos los fondos adecuados para hacer este tipo de talleres, y los niños pueden visitar los instrumentos musicales y la planta de oficios como la labranza, la trilla, y descubrir canciones relacionadas con ello", apunta Encinas.

En cuanto a la participación, el taller se ha completado con un cupo limitado de veinte plazas, puesto que de esa manera es más fácil el trabajo, la implicación y la observación de todos. Algunos niños ya tenían conocimientos sobre música, para otros es su primer contacto. Mediante juegos los más pequeños han podido aprender los cambios en la sociedad y descubrir habilidades ocultas, saber "que no solo son capaces de tocar un instrumento, sino también de bailar, componer, y es una manera de innovar. También potenciamos el trabajo en equipo, que favorece la escucha y así les transmitimos muchos valores transversales".

La organizadora señala que "la música es fundamental aunque los nuevos planes de estudios hayan quitado importancia a las disciplinas artísticas, la música activa todos los hemisferios del cerebro, algo que las demás artes no hacen, por eso es importante en las escuelas, y que los niños descubran algo más que la música comercial", afirma Rosa Encinas.

El taller pretende que las nuevas generaciones conserven algo tan valioso como la cultura tradicional, que en los últimos tiempos se está perdiendo junto a esas personas que la transmitían de primera mano: "Hay quienes piensan que no interesa mantener lo tradicional y no les importa que desaparezca, pero otros intentan conservarlo porque consideran que aporta valores. No se va a perder por completo, quizá se transforme, hay mucha gente trabajando en el folclore, la tradición, y asociaciones que recopilan testimonios. La solución del futuro será recurrir a lo grabado o escrito y a la memoria de esas personas que lo han recopilado durante años".