Según los responsables de Anpier, la entrada de pequeños inversores y ahorradores al sistema energético de las renovables tiene unos beneficios "evidentes". Así, Miguel Ángel Martínez-Aroca apunta que "se socializan los ingresos del sistema energético de tal manera que, lo que la población abona en facturas de la luz, revierte en decenas de miles de familias y, por lo tanto, en las economías locales, con todas las bondades que esto supone para la vertebración del territorio". Frente a esto, "el modelo centralizado que se quiere blindar en nuestro país, que sólo nos aporta algunos patrocinios deportivos y facturas desorbitadas".

Martínez-Aroca espera que "las fuerzas parlamentarias del Congreso reclamen al Gobierno un mayor control parlamentario de las actuaciones del Ministerio de Energía, empezando por exigirle mayor transparencia porque es sorprendente que se convoquen súbitamente subastas de 3.000 MW de un mes para otro, puesto que da la sensación de que se improvisa o que hay un plan que sólo unos pocos conocen", aseguran desde la propia agrupación en su página web. Además, "que discrecionalmente se reserve una cláusula confidencial y desconocida para poder asignar la potencia que se considere a quién se estime, es una nueva muestra de un proceder caciquil que ha de concluir inmediatamente". A juicio del presidente de Anpier "es muy preocupante que el ministro Nadal discrimine al ciudadano y no le considere "apto" para operar en el sector energético. Esperemos que no se produzca un efecto contagio en el Consejo de Ministros y se vete, por ejemplo, a los agricultores la posibilidad de producir alimentos", ironizan desde el colectivo.