La empresa familiar Central de Ventas Carbayo se vendió antes de que tuviera acreedores, deudas pendientes de pagar, por lo que la operación no perjudicó a terceros, lo que descarta el delito de alzamiento de bienes, de acuerdo con la sentencia de la Audiencia Provincial que absuelve de los cuatro imputados, al dueño primitivo de la empresa, de iniciales R.C.G.; al abogado, J.F.O.M. que le ayuda a planificar la enajenación y buscar un comprador; y a P.C.F. y a L.C. P., quienes compraron la sociedad benaventana a través de la firma también familiar Promanbi (propiedad de Pizarras Río Frío). A estos últimos, se les acusaba de haberse quedado con 689.920 euros de Ventas Carbayo, junto a un quinto imputado, en paradero desconocido y en busca y captura.

La sentencia les absuelve también de los delitos de administración desleal, falseamiento contable y falsedad documental, al no estar acreditado ninguno de ellos, al no existir un inventario fiable de Ventas Carbayo y al deber esta empresa existencias a Promanbi, deuda que se habría saldado con esa operación. En cuanto a la falsedad contable, las cuentas nunca se presentaron, pero el responsable era, precisamente, el imputado que está declarado en rebeldía y no los propietarios de Promanbi o el abogado J.F.O.M., que no eran competentes.

El magistrado ponente, el presidente de la Audiencia, Jesús Pérez Serna descarta la venta fraudulenta y apunta que al fallecimiento de uno de los hermanos fundadores, el padre del imputado R.C.G., es cuando comienzan las discrepancias entre este y su tío a consecuencia de la diferente visión empresarial y la paulatina bajada de ventas, momento en el que el acusado contacta con el abogado J.R.O. y diseñan el traspaso de sus acciones a otra empresa, de la que ambos tienen acciones, y deja de ser administrador. "Las cuentas y la situación empresarial no presentaban de cantidad alguna", sino que las deudas se generan con posterioridad. El juez niega que la venta de sus participaciones, su madre y su hermana en octubre de 2003 encubrieran una estrategia de R.C.G. para engañar al resto de la familia y quedarse con ella, lo que en la sentencia se dice que es "incompatible con que quería liberar su patrimonio, máxime si esto se relaciona con la existencia de préstamos" que los dueños de Ventas Carbayo realizan a favor de esta. El hecho de que el nuevo propietario de las acciones "empieza a tomar decisiones propias en la empresa", como comprar diverso material y vehículos, vendría a confirmar que no hubo delito. En ese sentido, Pérez Serna agrega que es el nuevo propietario quien actúa en nombre de Ventas Carbayo, que sigue funcionando y los despidos se producen en el verano de 2007.