Las arcas del Ayuntamiento de Zamora continúan el proceso de saneamiento a buen ritmo después de la reciente amortización de casi un millón de euros a finales del pasado mes. El siguiente paso para liberar de cargas a las arcas municipales se dará a mediados de este mismo mes, cuando el Ayuntamiento tiene previsto amortizar algo más de tres millones de euros, según las previsiones del alcalde de Zamora, Francisco Guarido. El regidor garantiza que el proceso de amortización se cumplirá "de forma rigurosa porque hay tesorería suficiente como para quedar saldada la deuda", expone.

La suma de ambos pagos suponen 3.453.000 euros, cuantía económica que servirá para poner a cero la deuda con las entidades bancarias. La liquidez municipal para hacer frente al último pago está asegurada si se tiene en cuenta, además, que el episodio coincide con los ingresos obtenidos por el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles.

Según el calendario del contribuyente, el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles permanece abierto hasta el próximo 7 de agosto y fue abierto a principios del pasado mes.

La amortización de deuda ha avanzado a marchas forzadas a lo largo del último lustro. En marzo de 2012, los 27 millones de euros de deuda viva que mantenía el Ayuntamiento obligaron al pleno a aprobar un plan de ajuste para que la situación no entrara en fase peligrosa. Cinco años después, se ha liquidado lo que restaba para afrontar una nueva etapa económica libre de deudas.

La situación de la deuda bancaria en el Ayuntamiento de Zamora ha sido muy complicada a lo largo de la última década. Las arcas municipales arrancaron el año 2008 con un debe de 19,3 millones de euros. Un montante que se disparó hasta los 27 millones al año siguiente. La situación remontó sensiblemente hasta alcanzar otra vez la cifra de 19,3 millones en 2011, pero el 2012 fue un año nefasto para Zamora, cosechando un pico de deuda que rozaba los 28 millones de euros.

La problemática llegó hasta tal punto que obligó al pleno de marzo de ese mismo año a aprobar un plan de ajuste para tratar de paliar la situación o, cuando menos, evitar que empeorara. Lo cierto es que las medidas restrictivas e impositivas dieron sus frutos y al año siguiente, en 2013, la deuda bancaria disminuyó 7 millones hasta caer a los 20. Un año más tarde la cifra ya se situaba en 16 millones de euros y cuando el bipartito IU-PSOE entró en el Ayuntamiento de Zamora esa cifra se aproximaba a los 14 millones de euros.