"Coomonte, el dibujo infatigable". Ese el nombre de la nueva exposición que abre hoy sus puertas en la sala de exposiciones temporales del Museo de Zamora y donde se aproxima a una faceta bastante desconocida del polifacético artista José Luis Alonso Coomonte, el dibujo.

El escultor compartirá hasta el mes de octubre con el público casi dos centenar de sus dibujos y diseños que sirven de hilo conductor para descubrir su evolución artística y conocer de una manera más completa al hombre que nunca aspiró a ser artista sino "un cultivador de pensamientos", tal y como le gusta definirse a sí mismo.

En la retrospectiva, planteada como una instalación que evita una estricta secuencia cronológica en beneficio del contraste entre distintas propuestas, podrán verse dibujos realizados desde su niñez hasta el momento actual en múltiples soportes y con diversas técnicas, desde sanguina, acuarelas sin olvidar rotuladores e incluso la acuarela. Podrán verse creaciones de un niño que con solo doce años ya apunta manera en creaciones a grafito, su fase academicista en Madrid cuando se va formar para acceder a la escuela de Bellas Artes, sus estudios de sombras, sus aproximaciones al cubismo, al hiperralismo hasta la abstracción. A mayores entre los miles de dibujos que Coomonte atesora también han seleccionado una serie de diseños para conocer mejor su hacer como escultor.

El benaventano siempre ha puesto en valor y reivindicado la importancia de la obra gráfica, ha manifestado que se considera "antes dibujante que escultor" y en los últimos años cultiva con mayor intensidad esta modalidad creativa.

La exposición "Coomonte, el dibujo infatigable" llega tras el homenaje tributado el pasado año al escultor en el Simposio Internacional de Arte Contemporánea desarrollado en Guarda, donde, en varias exposiciones, se exhibieron numerosas obras procedentes de la colección particular del artista que se conservan en su estudio-taller de San Marcial