El 48% de los niños que vinieron al mundo el pasado año en Zamora eran hijos de mujeres no casadas, prueba de que pasar por la vicaría se considera, cada vez más, un trámite prescindible para afrontar la maternidad. Es uno de los datos que figura en la estadística sobre el movimiento natural de la población, publicada ayer que es una auténtica radiografía de la realidad social de Zamora. De ser una provincia sumamente tradicional en aspectos como éste de pasar por el altar antes de concebir, ha pasado a ocupar el noveno lugar de España entre las que presenta mayor porcentaje de no casadas entre las nuevas madres.

Y eso que, aunque no vivan su mejor momento, los matrimonios parece que han dejado ya de caer y mantienen una línea de estabilidad importante. Así el pasado año hubo 452 bodas, 27 más que el año anterior. Se mantuvieron los enlaces por la iglesia, 170, y aumentaron los exclusivamente civiles. Julio y septiembre son los meses preferidos para pasar por el altar (hubo 72 enlaces cada mes) y ganan a agosto, con 62 bodas, junio con 57 o mayo con 43. El resto de los meses son menos propicios para emparejar ciudadanos, especialmente enero (sólo diez bodas), febrero o noviembre (trece cada uno).

Los datos más preocupantes, no obstante, vienen por donde siempre: mueren muchas más personas de las que nacen con lo cual la pérdida de población está asegurada, sobre todo si se acompaña por la otra vía de agua de la despoblación, la de la emigración. Si se restan nacimientos y defunciones sale lo que se llama saldo vegetativo. En Zamora, claro, es negativo, ya que en 2016 murieron 1.886 personas más de las que llegaron al mundo, cifra que en toda la comunidad sólo superó León, donde el saldo vegetativo negativo se disparó hasta las 3.127. Cierto que León está más poblado que Zamora. En total murieron en Zamora 2.816 personas y nacieron 930 (para éste último aspecto se suele tener en cuenta el lugar de residencia de la madre).

No es de extrañar en dato ya que la tasa de natalidad está por los suelos, con 5,17 nacimientos por cada mil habitantes, con lo que Zamora ocupa el último lugar del país. Hay otro parámetro que se llama tasa global de fecundidad, que mide los nacimientos por cada mil mujeres. En Zamora está en 27,9 y es, también, el más bajo de toda España. La edad en que las zamoranas acceden a la maternidad, 32 años de media no es, sin embargo, sustancialmente diferente de la del resto de las españolas. De entre todas las mujeres que fueron madres el pasado año las que tuvieron su primer hijo eran un poco más jóvenes, tenían 31,3 años de media, un poco más alta que la nacional que está en 30,7 años. Para casarse los zamoranos esperan un poco más. La edad media a la que se llega al matrimonio son los 35 años y medio, si bien ellos suelen esperar un poco más, hasta los 37 años y las novias lo hacen antes, a los 34 años.

Y si en nacimientos somos los primeros del país, también ocupamos el mismo puesto en defunciones. La tasa bruta de mortalidad, que mide los fallecidos por cada mil habitantes, está en Zamora en 15,6 y es la mayor de toda España. El envejecimiento de la población es un factor íntimamente ligado con la tasa de mortalidad, ya que al haber más porcentaje de ancianos también lo hay de fallecimientos.