Lejos de desaparecer, el problema de los desahucios continúa al alza en la provincia de Zamora. Los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial indican que, entre enero y marzo de este año, 52 familias fueron obligadas a abandonar su vivienda por no cumplir con los pagos hipotecarios con las entidades financieras. La media es comparable con los peores datos de la crisis económica. Prácticamente, cada dos días una familia perdió su vivienda en la provincia.

Como comparación sirve apuntar que en el mismo periodo del año pasado fueron 36 los lanzamientos -término jurídico que indica el hecho de que una familia tenga que abandonar su vivienda- con cumplimiento positivo practicados por los juzgados zamoranos. Los 52 de la actualidad representan el peor dato desde el segundo trimestre del año 2015, cuando la cifra total ascendió a 81 según los datos del Consejo General del Poder Judicial.

Más de la mitad de estos procesos, un total de 29, se llevaron a cabo como consecuencia de los impagos hipotecarios de las familias que habían comprado sus viviendas. Previa petición de los bancos a los tribunales para iniciar el procedimiento de desahucio y una vez este ha recibido el visto bueno de los tribunales, cerca de una treintena de familias tuvieron que abandonar sus viviendas.

El resto de los procesos que se han cerrado durante el primer trimestre son consecuencia de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Es decir, se trata de personas que han tenido que abandonar su última residencia, en la que estaban de alquiler, después de que el propietario lo solicitara tras no hacer frente el inquilino a las mensualidades.