"Ha sido un error de cálculo". Así calificó el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, el derrumbe del edificio de la avenida de la Feria 31 en la mañana del miércoles, cuando se estaban realizando los trabajos controlados de demolición para liberar un nuevo tramo de la muralla de la capital y que dieron lugar a unas imágenes impactantes que se hicieron virales por las redes sociales y los teléfonos móviles en cuestión de horas.

El alcalde quiso dar explicaciones en persona, arropado por el concejal de Urbanismo, Romualdo Fernández, y por varios técnicos del servicio del Ayuntamiento de Zamora. "Se trata de un hecho grave y lamentable que nadie querría que hubiera ocurrido, ni la empresa, ni los empleados del Ayuntamiento, ni el equipo de Gobierno", enumeró al respecto.

"Afortunadamente no ha habido que lamentar daños ni humanos ni materiales, a excepción de la caída de una farola", calculó Guarido. No obstante, indicó que "al ser un hecho grave que podría haber tenido consecuencias", se había prestado a aclarar todo lo ocurrido tras hablar con los técnicos.

"Existe un plan de seguridad de este derribo que consideramos correcto en su integridad si se hubiera aplicado bien", aseguró. Y es que en ese plan se planteaban los cortes para el paso de los peatones e incluso de la calzada "en los momentos puntuales y críticos del derribo y que, evidentemente, debía de realizar la propia empresa según el ritmo de los trabajos que iba llevando", apuntó.

De hecho, fueron los responsables de la firma quienes comunicaron verbalmente al equipo de Gobierno que la calzada de la avenida de la Feria se había cortado unos minutos antes del desplome "incluida la Policía Local, ante la observación de que la fachada se podría venir abajo en ese momento". Pero para el alcalde, "parece evidente" que la vía no se cortó.

Guarido recordó que este derribo para liberar parte de la muralla llevaba ya bastantes días de trabajos. "Todo el tejado se ha desmontado a mano, al igual que muchas vigas interiores, y solo faltaba la parte más aparatosa, pero la obra había comenzado hace una semana con sus medidas de seguridad y en los ritmos que la empresa había creído conveniente", indicó.

En las imágenes grabadas de los hechos, "se observa que el cazo de la pala puntúa una esquina de la fachada, lo que hace presumir que el planteamiento era derribar poco a poco la zona del ático y después la propia estructura de fachada, con el corte consiguiente del tráfico", describió Guarido. "Pero hubo un error de cálculo que a nosotros nos parece puramente fortuito por parte de la empresa", añadió. De hecho, el individuo que se ve corriendo en la acera del derrumbe es el propio empresario que tiene la concesión de la obra.

El alcalde subrayó que la empresa "desde el primer momento" ha querido hacerse cargo de todos los gastos que hayan podido ocasionar por los desperfectos "que han sido una farola, el corte de un cable y alguna valla que era propiedad del Ayuntamiento", enumeró. "Ningún coche sufrió ningún desperfecto, a pesar de lo aparatoso de la situación. Se ha comprobado por parte de los agentes y ninguno tenía ningún tipo de daño. La empresa se ofreció incluso a pagar el lavado de coches y hacerse cargo de los desperfectos que se pudieran ver a partir de hoy", añadió el alcalde la ciudad.

Antes de comparecer ante los medios, Guarido se había reunido con los representantes de los partidos de la oposición para dar cuenta de lo ocurrido. Aun así, apuntó que si los grupos lo consideraran oportuno, en el próximo Pleno se propondría poner en marcha una comisión especial "para que aclare más todavía los hechos". Explicaciones similares se darán también el próximo miércoles, en la comisión de urbanismo, según apuntó el alcalde.

"Pido disculpas en nombre de todo el Ayuntamiento por el susto que es en lo que quedó todo; una situación complicada que no ha pasado a más", concluyó.