El delincuente no tiene por qué ser un experto en mentir, de hecho, "esa persona no existe", asegura en Zamora el especialista en análisis del comportamiento humano, el criminólogo y perito judicial acreditado, José Manuel López Redondo, que reduce el supuesto a quien se cree sus mentiras y quien no se las cree. Ahí es donde juega un papel fundamental el experto en desenmascarar el engaño, quien debe comenzar a interpretar la mentira "cuando su autor todavía no se la cree", cuando la dice por primera vez porque "una vez que la ha aprendido y la ha repetido más de una vez, es muy difícil sacarle la verdad". Y es que "esa mentira se convierte en su verdad", advierte López Redondo, que forma a 25 policías nacionales y municipales y guardias civiles en las estrategias para interpretar el lenguaje no verbal, en conjunción con el verbal, para evitar "los engaños, no me gusta hablar de mentiras, la gente lo que hace es intentar engañar al que pregunta", en interrogatorios con detenidos o sospechosos.

El criminólogo, con una larga trayectoria de formación en la comunicación no verbal, ejemplificaba esta dificultad con un caso práctico, cuando hay tres personas implicadas en un delito, "cada uno con su historia, si se juntan y generan una, cuando la cuenten coincidirán" en los detalles y el desarrollo de la misma. De modo que, "la primera vez será mentira, pero la segunda, la tercera y la cuarta ya no pueden volver atrás y harán su verdad hasta en los gestos", explica.

Los policías deben aprender a buscar esa verdad oculta en los primeros momentos, cuando aún el arrestado no ha conformado su verdad para defenderse, para lo que el curso organizado por el Sindicato Unificado de Policía (SUP) trata de darles las claves de interpretación de gestos, posturas, tonos, incluso la ausencia de ellos, es decir, todo aquello que completa, para bien o para mal, lo que la persona que tienen en frente manifiestan de forma verbal.

Aunque no existe ningún estudio que nos indique el porcentaje de mentiras que cuentan los detenidos, sí se sabe que "somos todos mentirosos diarios, asiduos", ya que, "al menos, cada uno de nosotros decimos diez mentiras cada 24 horas como media". No tiene por qué ser siempre en clave negativa, "es nuestra propia naturaleza", agrega el experto, "mentimos hasta cuando no decimos nada". Y es que "el engaño va en un función de un ítem, no va de "un gesto es un engaño"", todo lo contrario, "muchos gestos te dan más certeza de que es un engaño; menos gestos, menos certeza, con lo cual la certeza básica no nos interesa, hay que buscar la más afianzada". Pero la cosa es más compleja, todo lo dicho "no quiere implica que cuanto menos se gesticula menos se engaña", más bien "lo que no hace nadie es no gesticular, y hasta eso es un gesto".

La búsqueda de la verdad, pues, debe seguir las pistas que dejan tanto la comunicación no verbal como la palabra pronunciada, "cuando te digan "el lenguaje no verbal es el gurú de la interpretación, lo más", es mentira. Es una parte de la comunicación, sostiene López Redondo, y "esta es global: los gestos, la lejanía, la cercanía, los espacios, un montón de cosas, todo hay que interpretarlo y hacer con ello un conjunto".

Se trata de "analizar el lenguaje verbal y no verbal de forma que concuerden", de huir de una pauta de interpretación del no verbal solo, puesto que nos olvidaríamos de que el contexto en el que se produce la comunicación es verbal y no verbal y, "sino no interpretamos bien, en la entrevista e interrogatorio, enfocado a uno y otro, al análisis de los ítems de uno y otro y su interpretación", se cae en conclusiones erróneas. Por último, "las incongruencias entre lo que decimos y lo que pensamos se denotan en la gestualidad, pero no en toda, normalmente en micropicores y en momentos en los que intervienen las manos", aunque no siempre. El gesto va asociado a lo que decimos, puede ser de desazón o no, contrario a lo que estamos diciendo, todo depende del contexto. Eso sí, el policía debe dejar a un lado el "me la van a colar" porque esa sugestión es mala, si ya vas prejuzgando lo que no sabes, te estás metiendo en un atolladero del que no vas a salir".