La propuesta para revertir estos terrenos urbanizables a la categoría de rústicos no responde solo a supuestos demográficos e intereses tributarios, sino que también entra en juego la iniciativa empresarial que pudiera surgir en este tipo de fincas. La Junta Agropecuaria Local ha constatado durante los últimos años que existe interés para desarrollar ideas en el término municipal, pero que la declaración de urbanizable las ha echado por tierra. "Conocemos proyectos de pequeñas ganaderías alternativas, instalación de secaderos e incluso la demanda de pequeñas fincas para parcelas o huertos de recreo cuyos promotores buscan otros emplazamientos y otras provincias porque en estos terrenos estos usos son incompatibles", explica el colectivo.

Por todas estas razones, consideran desde la Junta Agropecuaria que se debería poner fin a esta situación. "En una provincia como la nuestra, tan golpeada por la despoblación y donde la iniciativa privada apenas existe o es muy débil, esta calificación del suelo no viene sino a poner freno a cualquier proyecto de economía real vinculado al territorio", detallan. "Confiamos en que el Ayuntamiento de Zamora dé marcha atrás a esta pesadilla que ha sido el Plan General de Urbanismo de 2011", concluyen los agricultores.