La proximidad de la campaña de verano ha acelerado los requerimientos a los propietarios de fincas y solares abandonados en territorio urbano para que procedan a su limpieza a fin de evitar posibles riesgos en materia de incendios y de salud pública para los ciudadanos. El Ayuntamiento de Zamora ha censado en aproximadamente dos centenares el número de parcelas que se verán afectadas por esta medida en todo el término municipal. Sus dueños han sido ya notificados para que, en el plazo de un mes, completen el desbroce de los terrenos. En caso de no realizarlo en tiempo y forma, será el propio servicio de Medio Ambiente el que ejecute de manera subsidiaria los trabajos, cargando posteriormente la factura a los particulares.

El concejal de Urbanismo, Obras y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández, ha informado de la anticipación municipal de cara a los trabajos de limpieza de parcelas ante la inminente campaña estival. "Hemos enviado una carta a cada uno de los particulares que tenemos censados para que efectúen la limpieza de sus parcelas. Lo que queremos evitar es, precisamente, que se puedan producir incendios durante los próximos meses de calor y por eso es necesario actuar con cierta antelación", ha indicado. "En la carta les hemos dado un plazo de un mes para acometer los trabajos. Pasado ese tiempo, al tener localizados los terrenos, enviaremos a la Policía Municipal para cercionarnos de que se ha cumplido con la obligatoriedad de limpiar las parcelas. En caso contrario, lo hará de manera subsidiaria el propio Ayuntamiento", ha añadido Fernández.

Riesgo de incendios

Los problemas de la ciudad de Zamora con los solares y parcelas abandonados se multiplican año tras año y el equipo de Gobierno ha decidido ponerle fin, merced a los datos nada halagüeños de incendios registrados a lo largo de los últimos veranos. Lo cierto es que, en el caso de particulares, son ellos quienes en primera instancia deben acometer los trabajos de desbroce, aunque el Ayuntamiento de Zamora siempre se reserva el derecho de actuar si ve peligro de que se produzca un fuego o se ven síntomas evidentes de riesgo para que eso ocurra. Es la carta que se guarda en la manga ahora el área de Medio Ambiente, que actuará de oficio si no lo hacen previamente los particulares a los que se ha notificado.