Una amplia selección de imágenes hasta ahora inéditas integran la exposición "Federico Cantero Villamil (1874-1946). Un ingeniero de Caminos en la vanguardia de su tiempo. Su testimonio en imágenes", impulsada por el Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid en la IV Semana de la Ingeniería.

A través de estas instantáneas, muchas de ellas tomadas por el propio Cantero Villamil, la organización pretende reconocer "la valiosa" aportación de este ingeniero de caminos madrileño al desarrollo empresarial e industrial de España y de la provincia de Zamora así como acercar a la manera de construir a principios del siglo XX.

El ingeniero Cantero Villamil dedicó su atención a los trabajos de construcción de la presa y central eléctrica del Salto San Román de los Infantes o proyectó los aprovechamientos hidroeléctricos de "Saltos del Duero".

Durante varios años ostenta la Dirección de Carreteras de la Diputación de Zamora y diseñó en 1913 el trazado del ferrocarril directo Zamora-Orense, "uno de los más complicados de España por su difícil orografía, que significó por su impacto al desarrollo una de sus obras más relevantes", enfatizan desde el Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid desde donde remarcan que también desarrolló proyectos orientados a la obtención de energía de origen hidráulico.

Una faceta menos conocida de Cantero Villamil quizá sea que el registró más de una treintena de patentes, entre las que destacan el primer prototipo de helicóptero español, conocido como la "Libélula Española" y los neumo elásticos, precursores de las actuales cámaras de aire de las zapatillas deportivas. Además, cultivó una faceta de articulista en revistas técnicas donde aborda temas de su especialidad y también se aproximó a problemas sociales de la época.