La constitución de las sociedades se efectuaba con aportaciones pequeñas, de 3.000 euros, mínimo que exige la legislación vigente, de modo que las acciones podían costar un euro, según afirma el fiscal jefe, Rafael de Vega Irañeta, que investigó la trama solar. El chollo llegaba cuando se había logrado la autorización para las instalaciones de los huertos solares, paso previo a conseguir el enganche a la red eléctrica, de modo que los 3.000 euros se multiplicaban por mil, afirma De Vega Irañeta, que durante el juicio se ha referido a sociedades fotovoltaicas que se vendieron por 20 millones de euros. El precio del megawatio llegó a pasar de los 1.000 euros al millón de euros antes de que el Estado dejara de subvencionar la energía blanca y la crisis económica arrasara el sector, hasta 2008 o 2009.

Ayer, trajo ante el jurado a los socios de Villabrázaro Solar para ilustrar los beneficios que pudieron obtener tres de los imputados con la venta de sus participaciones a otra fotovoltaica de Madrid, Montobalito. La empresa zamorana está participada por Iniciativas Renovables, constituida por el hijo de José Bahamonde, por Javier, por su amiga y socia en Bahamonde Abogados, Blanca Blanco; y por Macageo, sociedad creada por la familia del exjefe de Iberdrola, Agustín de la Fuente. Sobre la gran pantalla que preside el estrado de la Audiencia Provincial donde se sigue el juicio de la trama solar, los integrantes del jurado pudieron ver el documento en el que se detallan los beneficios: 3,5 millones de euros, de los que Macageo se llevó 490.000 euros (familia De la Fuente); Iniciativas Renovables, 315.000 euros (Javier Bahamonde y Blanca Blanco) y el secretario de la Junta de Castilla y León en 2008, cuando se ejecutó esta operación comercial. El precio era el de mercado, alega la defensa de los imputados.