El 22 de julio de 1936, doce concejales y 42 funcionarios del Ayuntamiento de Zamora fueron depurados víctimas de la represión del régimen franquista. Medio centenar de personas condenadas durante años al más absoluto de los olvidos e incluso desprecios de aquellos que ganaron la guerra. Solo la lucha de las familias los mantuvo en la memoria y ahora, ochenta años después de aquello, por fin han obtenido su recompensa. El Ministerio de Justicia acaba de acreditar la reparación moral para todos aquellos represaliados durante los primeros días del franquismo -algunos de ellos fusilados- asegurando que fueron destituidos de sus cargos de manera ilegítima. Entre todos ellos, figura la persona de Quirino Salvadores, cuya familia ha sido la única que hasta el momento ha recibido esta acreditación.

"Llega bastante tarde, pero estamos agradecidos por el reconocimiento". Son las palabras de Manuel Salvadores, descendiente directo de Quirino, tras recibir en la jornada de ayer el documento firmado por el Ministerio de Justicia en el que se repara la memoria del que fuera concejal y diputado. Junto a él, Amelia y Juan José Salvadores participaron también en un breve acto realizado en el Ayuntamiento de Zamora y presidido por Francisco Guarido. No en vano, esta familia fue la única que presentó alegaciones al expediente, apuntando razones por las cuales la memoria de su antepasado debería ser reparada.

Tarde, dice Manuel Salvadores, porque han pasado nada más y nada menos que ochenta y un años desde que el 22 de julio de 1936 fuera depurado de su cargo de concejal junto a otros doce compañeros y 42 funcionarios municipales. "Tenemos familiares que nos hubiera gustado que estuvieran hoy presentes y supieran de este documento. Mi padre, por ejemplo, tenía que haberse llevado esta satisfacción", apunta Manuel Salvadores. "Lamentablemente, la situación de nuestra democracia hace que todo sea muy lento, que todo vaya muy despacio y que se den este tipo de circunstancias", explica el descendiente de Quirino.

La carta es breve, pero en ella queda suficientemente claro que aquellos represaliados fueron depurados de sus cargos de manera injusta, ilegal, e ilegítima. "Habiendo quedado acreditado que el Ayuntamiento de Zamora está legitimado para solicitar el reconocimiento personal a Quirino Salvadores, que sufrió las consecuencias de la Guerra Civil, siendo destituido de su cargo víctima de la depuración del régimen franquista llevada a cabo mediante acuerdo de Pleno municipal de 22 de julio de 1936 y posteriormente fusilado. Y visto que esta persona tiene derecho a obtener la reparación moral cumpliendo la Ley 52/2007, expido en su favor la presente declaración de reparación y reconocimiento personal. Firmado, el ministro de Justicia".

Quirino Salvadores impulsó, desde su posición de diputado en las Cortes, diferentes obras en materia de carreteras, ferrocarril y presas. Pero no es nada particular lo que la familia quiere que se recuerde de él, sino el conjunto de un hombre que siempre estuvo del lado de quienes menos tenían. "Lo fundamental y lo que queremos que la sociedad de Zamora reconozca es la vida y obra de Quirino Salvadores, gran persona y gran político que dedicó su vida al mundo obrero. Una persona con un sentido del honor y de la responsabilidad que le dignifica mucho más", apunta Manuel Salvadores.