Con este panorama, el sector agroalimentario afronta en un futuro cercano unos importantes retos que garantizarán su importancia durante los próximos años. En materia de población, indican desde el Ecova, se hace muy necesario el fomento del relevo generacional de las explotaciones, para lo que serían necesarias medidas de apoyo a jóvenes agricultores y ganaderos. Además, habría que "potenciar el desarrollo rural a través de emprendedores en el sector agroalimentario" y desarrollar "políticas integrales para el asentamiento de la población inmigrante".

Para la actividad agraria propiamente dicha, habría que hacerla "rentable por sí misma" para que "los precios, de alguna forma, garanticen el coste de la producción". Además, centrados ya en la agricultura, los economistas de Valladolid instan a fomentar la competitividad "con miras al consumidor" y a "proporcionar rentabilidad en toda la cadena de valor".

"En definitiva", concluye el informe presentado esta semana, "es necesario plantearse de una forma seria qué sector agroalimentario queremos" y para ello es fundamental que "nuestras industrias sean capaces de anticiparse a los requerimientos de calidad", que se produzcan "productos innovadores", que los trabajadores y emprendedores tengan formación específica y de calidad y que "se consiga la colaboración en la cadena alimentaria para hacerla más sostenible".