La carencia de examinadores "no sólo perjudica a las autoescuelas y a la calidad del sistema formativo, ya que tiene consecuencias sociales que en algunos casos son de gravedad, porque los aspirantes no pueden opositar en las convocatorias de empleo público (el Gobierno ha anunciado nuevas convocatorias tras la superación de la crisis económica), acceder a empleos en los que se requiere el permiso de conducción o crear actividad autónoma o empresas en las que el automóvil es el principal activo".

La Confederación Nacional de Autoescuelas recuerda "que el examen de conducir es un servicio que se da al ciudadano y por el que paga una tasa de 90 euros, de la que depende la supervivencia de unas 30.000 familias".

Así las cosas, el colectivo de empresarios de autoescuela "exige una solución a este problema, antes de que este verano se produzca el colapso del sistema. Lo hemos repetido por activa y por pasiva: cuando vuelva la temporada alta y aumente considerablemente la demanda de los permisos de conducir, un número importante de jefaturas sufrirá un colapso en las pruebas de circulación", afirma el presidente nacional de la CNAE, José Miguel Báez.

Un dato a tener en cuenta es que cada examinador sólo puede hacer diariamente 13 pruebas (11 en el periodo estival), lo que supone que el déficit de exámenes se eleva a casi 600.000 anuales en todo el territorio español.