Son los maestros que salieron de la Escuela de Magisterio de Zamora a finales de los años sesenta, cuando todavía se impartían las clases en las aulas del edificio que ahora alberga la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora. Estudiaron juntos entre 1964 y 1967 y, medio siglo después, se volvían a reunir para recordar viejos tiempos de estudios y convivencia.

Un centenar de personas se congregaron ayer, llegados de diferentes puntos de España. Desde Andalucía hasta Santander, Galicia, Cataluña o Madrid. Entre ellos, dos acompañantes muy especiales: el profesor de Política, Antonio Blanco, y la profesora de Filosofía María Ángeles García Prieto, que a mediados de los sesenta formaron a estos futuros maestros y ayer compartían con sus antiguos alumnos mesa y mantel, pero sobre todo recuerdos de una época que todos rememoran con añoranza. "En lo que denominábamos anejas de la escuela realizábamos las prácticas, porque allí había niños pequeños. Y lo hacíamos desde el primer curso", apuntaba Antonio Casas, uno de los organizadores de este evento, que ya se realizó hace 25 años para celebrar las bodas de plata de esta promoción.

Reconocen todos que los tiempos han cambiado para este profesión. "Creo que sigue habiendo más chicas que chicos estudiando esta carrera, como entonces. Antes no había ni especialidades y dábamos en clases a niños de diferentes edades, todos juntos", enumeraba Casas antes de iniciar la jornada, que comenzó en la plaza del Maestro, donde realizaron una ofrenda floral a la figura que preside ese lugar.

Todos juntos acudieron después a la actual Escuela de Magisterio, en el Campus Viriato, para conocer las instalaciones en las que estudian los maestros del siglo XXI. Especial ilusión les hizo visitar el Museo Pedagógico, puesto que allí se recogen muchos elementos utilizados por ellos, como plumas y tinteros o pupitres de madera. La convivencia finalizó con una comida de hermandad y una larga sobremesa en la que pusieron en común mil y una anécdotas.