Puestos a pedir, el alcalde de La Hiniesta, Eugenio Gregorio Prieto, solicitó una rotonda que evite la peligrosidad el cruce de entrada al pueblo, tras reconocer a la Diputación que la obra de arreglo de la carretera, los diez primeros kilómetros desde la capital, ha quedado muy bien, tanto en el firme como en las cunetas. Y pidió lluvia para el campo: "Ójala hubiera salido hoy lloviendo", consciente de la sed de los cultivos y que si no cae agua a base de bien la cosa puede no tener remedio. El alcalde de Zamora, por su parte, pidió que por fin acaben las obras del AVE del tramo entre Zamora y La Hiniesta y de una vez se pueda reabrir el camino que, pasando por Valorio y Valderrey, sirve como senda para la romería de La Concha que este año cae el 5 de junio, Lunes de Pentecostés.

Fueron las declaraciones de los alcaldes tras participar en el intercambio de bastones de mando, que de nuevo volverán a sus propietarios originales en la romería de La Hiniesta, que una vez más se escenificó junto a la iglesia de San Lázaro tras el habitual saludo de pendones, bien movidos por Rubén Sánchez (Zamora) y José Carlos Herrera (La Hiniesta) de la Rogativa de san Marcos.

A las nueve de la mañana salía la procesión de la cofradía de la Virgen de la Concha de la iglesia de San Vicente para cubrir el corto trecho hasta San Lázaro. El presidente de la Concha, Florián Ferrero y un grupo de cofrades no demasiado amplio acompañaban al capellán, Francisco Abad, párroco de San Benito hasta San Lázaro, donde aguardaron la llegada de la comitiva de La Hiniesta. Con ellos iban autoridades como el teniente de alcalde del Ayuntamiento, Antidio Fagúndez, el vicepresidente de la Diputación, Juan Dúo o el subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo. Justo en el momento del intercambio de bastones apareció Francisco Guarido, amante de las tradiciones y por tanto participante tanto en este acto como en la romería, pero poco amigo de los cultos religiosos, por lo que no se sumó a la procesión hasta San Vicente.

Unos minutos tuvieron que esperar los zamoranos hasta que por la Cuesta de la Morana bajaba la comitiva de La Hiniesta, con Eugenio Gregorio Prieto, el alcalde, y Manuel Carrascal, el sacerdote, como representantes principales.

Tras el saludo de pendones y el intercambio de bastones las dos comitivas fueron en busca de la calle del Riego para subir hacia San Vicente por la Costanilla, donde tuvo lugar la misa de rogaciones ante la Virgen de la Concha. Tras la celebración de la eucaristía tomaron posesión los mayordomos de La Concha de este año 2017.

Terminado el acto de nuevo los participantes bajaron hacia San Lázaro, donde se rezó una salve por la Virgen del Yermo, una de las "primas" de la Concha, junto con la Virgen de La Hiniesta y la de los Remedios. Allí se despidió la delegación del pueblo de La Hiniesta que a su vez recibirá a los zamoranos el próximo 5 de junio en una romería que en los últimos años se ha convertido en un acto multitudinario, ya que son miles de personas las que acuden andando desde la capital hasta el vecino pueblo.