La parroquia de San Torcuato albergó ayer la bendición de su órgano, recién afinado, en un acto en el que un sacerdote efectuó unas aclamaciones con referencia al órgano y el armonio le fue respondiendo. Posteriormente el instrumento, tocado por el músico Vicente Urones, ofreció un concierto acompañado al canto por la Schola Gregoriana Gaudete, donde los asistentes escucharon el Kyrie y el Magnificat. La bendición de un armonio representa una celebración bastante desconocida tanto para los fieles como para el clero.