Muchos niños, familias, aficionados a la imagen y hasta curiosos profundizaron un poco más ayer en los orígenes de la fotografía de la mano de las segundas jornadas de fotografía estenopeica, celebradas este fin de semana en la plaza de Viriato coincidiendo con el Día Mundial de esta técnica.

Desde analizar qué quieren inmortalizar con la cámara, integrada con una lata de café que en su interior tiene papel sensible a la luz, contar el tiempo de exposición teniendo en cuenta la apertura de diafragma o revelar fueron algunos de los pasos que realizaron los participantes en la actividad.

"Queremos que los zamoranos y, sobre todo, los más pequeños tomen conciencia de que hacer una fotografía no consiste en apretar una tecla en un móvil, sino que conlleva una técnica", precisa el promotor de la iniciativa, el fotógrafo José Antonio Pascual quien por la mañana, con varios ayudantes, impartió un taller a menores de 6 a 10 años. "Yo no sabía que se podían hacer fotos con latas, pero es un proceso fácil", testimonia el pequeño David Polo de 8 años que no pierde detalle de las explicaciones de su maestro en la tarea.

Entre las novedades de esta edición figura la realización de una serie de retratos con una cámara de placas, similar a las que utilizaban los antiguos fotógrafos ambulantes y fotógrafos "minuteros" de finales del XIX, que conllevaron un trabajo de más de 20 minutos así como la realización de fotografías en varios espacios del Museo Etnográfico con los niños participantes en los talleres programados. Además de plasmar el espacio dedicado al barro o la Tarasca o la plaza de Viriato desde las escaleras del centro regional "hemos dejado algunos botes horas para que aprendan que no solo es cuestión de segundos" explica José Antonio Pascual.

Regresar a los inicios para poner en valor todo un arte.