Las contradicciones en el relato y los detalles de la agresión, el que no presentaran el vestido, las gafas y el móvil roto como prueba y la tardanza en interponer la denuncia en el cuartel de Morales del Vino, nueve horas después del supuesto suceso, cuando por una discusión verbal previa, el 28 de agosto de 2016, llamó de inmediato a la Guardia Civil, han llevado a la Audiencia Provincial a absolver al matrimonio condenado por un juzgado de la capital al pago de 2.389 euros a la denunciante y su hijo por lesiones y coacciones.

El detonante de la supuesta agresión habría sido un enfrentamiento entre los dos matrimonios vecinos poco antes, cuando los denunciados llegaron a su domicilio y se encontraron con huevos estampados en la fachada de su vivienda de la urbanización El Juncal, lo que provocó que profirieran insultos contra la otra pareja, como admitieron ante la juez.

La Audiencia se refiere a las malas relaciones que mantienen la pareja denunciada y la denunciante, su esposo y su hijo, al que acusan de poner la música muy elevada, lo que ha provocado pleitos entre ambas partes desde hace tiempo, tanto es así que los ahora absueltos han tenido que dejar la vivienda que ocupaban para evitar nuevos enfrentamientos, según ha podido saber este diario.

La sentencia en la parte absolutoria del delito leve de lesiones recoge que el testimonio de la denunciante y su esposo "adolece de falta de credibilidad subjetiva, hay un claro enfrentamiento entre denunciantes y denunciados" y su versión sobre la supuesta agresión tampoco es corroborado por una prueba objetiva. En este punto, se refiere al parte médico presentado por la denunciante, que "no objetiva lesión alguna, a pesar de que el marido afirma que le hizo una primera cura en la rodilla" que se lesionó, según dijeron, al caer al suelo tras recibir una patada en la espalda de los acusados.

Tampoco pudo precisar quién de los dos le habría roto el vestido. Además, ofrece tres versiones diferentes sobre cómo se produjo la rotura de sus gafas y del móvil: ante la Guardia Civil dice que se le rompió cuando trataba de zafarse del matrimonio, que se abalanzó sobre ella cuando recogía a su perro de la calle, cae al suelo y al levantarse le dan una patada en la espalda; en la instrucción no mencionó la caída y concreta que el móvil se le rompió cuando la empujan y las gafas al caer; y en el juicio, asegura que no cayó al tratarse zafarse de la pareja, sino cuando se agachó a recoger el móvil, cuando le dieron la patada en la espalda. La magistrada sostiene que su marido le "deje salir sola a buscar el perro" tras la discusión anterior por los huevos.

El matrimonio también resultó absuelto de las coacciones al hijo menor de sus vecinos, puesto que no existen pruebas objetivas, solo el relato del niño. La sentencia alude al "enfrentamiento entre sus padres y los denunciados", lo que motiva que "cualquier encuentro casual entre los mismos puede producirle tensión y nerviosismo" sin que pueda asegurarse que estos "le amedrentan con miradas o gestos".