La Fiscalía solicita dos años y medio de prisión para el acusado de vender dos bicicletas de montaña por 180 euros, sustraídas de un garaje al que el ladrón accedió tras romper la cerradura, lo que provocó daños por 170 euros.

El imputado, que sostiene que desconocía que fueran objetos robados, asegura que se las dieron y que, en ningún caso, participó en el robo de las mismas, si bien se le acusa de un delito de robo con fuerza en las cosas. La fiscal exige, además, la devolución de las dos bicicletas y el pago de los daños causados a uno de los vehículos.

Los propietarios de las bicis, dos hermanos, las localizaron en una tienda de segunda mano al día siguiente de que desaparecieran del garaje de la comunidad en el que las guardaban. Los dueños las echaron de menos el 28 de abril y decidieron rastrear Internet en busca de los dos vehículos, un método que les dio resultado de inmediato, puesto que la tienda las puso a la venta sin demora.

La inmediata denuncia en la Comisaría de Zamora llevó a la Policía Nacional a iniciar actuaciones con rapidez, actuación en la que colaboró la Policía de Valladolid, donde se ubicaba la tienda de segunda mano. Los agentes pudieron interrogar al propietario del establecimiento, que les remitió al imputado, que resultó ser un viejo conocido en el ámbito policial, al tratarse de un hombre con numerosos antecedentes policiales y penales por delitos de robo con fuerza en las cosas, como por el que se le juzgó ayer.

Precisamente la reincidencia ha llevado a la Fiscalía a solicitar al Juzgado de lo Penal que imponga al procesado los dos años seis meses de prisión, dado su historial delictivo, así como el pago de los daños provocados en la cerradura para acceder al interior del garaje y en una de las bicicletas, a la que cambiaron una pieza.

En el juicio celebrado ayer reiteró su inocencia y se desvinculó del robo ocurrido en Zamora e insistió en que las dos bicicletas se las habían dado y que decidió ponerlas a la venta.

Se trata de dos bicicletas marca Megamo y Btwin Rockrider, valoradas en un precio superior a los 180 euros por las que el procesado las entregó a la tienda de segunda mano vallisoletana, a través de la que pudieron descubrir al acusado y recuperar los vehículos, que sus dueños podrán recuperar.