La demanda contra el periodista Hermann Tertsch por intromisión en el honor del abuelo de líder de Podemos, impulsada por el padre, Javier Iglesias, responde únicamente a una persecución, sostiene el columnista de prensa nacional. El imputado no duda en asegurar que "me intentan intimidar porque tienen que ser impecables", tanto "sus ancestros" como "la gente de "Pablito", no se puede hablar de ellos". Se trata de una estrategia con la que "asustan a todos para que todo el mundo sepa que no se puede meter nadie con ellos", es un sistema para impedir que salga a la luz el pasado del secretario general de la formación política. Esta demanda no es sino un aviso a navegantes: "que nadie indague en la familia Iglesias porque, al que lo haga, se le cae el pelo".

El imputado no ve ningún exceso en su artículo, en el que dice que "llamo a la memoria real, a la verdad, a no ocultar hechos capitales en las biografías". Y se pone como ejemplo, "la diferencia es que yo me esfuerzo en hablar del pasado de mi padre, podría presumir de que estuvo en la cárcel de la Gestapo y en el campo de concentración, pero en la familia no presumimos porque antes fue un nazi que ayudó a construir un régimen criminal". Es más, su propio progenitor, "cuando salió del infierno, nos educó en el imperativo moral de no ocultar la verdad, verdades necesarias para que no ocurran de nuevo" hechos similares. "La familia Iglesias hace lo contrario, idealiza al abuelo ocultando que fue un comisario de la sanguinaria Margarita Nelken".