El agua sabe a vino. O a leche. Es lo que llamó la atención a la procuradora regional de Podemos por Zamora, María José Tobal para ponerse manos a la obra e indagar cómo se estaba llevando a cabo la distribución de agua a los pueblos con problemas de suministro, labor que realiza la Diputación que es quien contrata las cisternas, con una subvención directa de la Junta de cien mil euros. Y se encontró con sorpresas: resulta que la normativa dice que hay que analizar el agua en el punto de toma y en el de distribución a los vecinos, y no se hace, tampoco se utilizan cisternas homologadas que deben ser exclusivas para llevar agua de consumo humano, y tampoco se hace, el personal debe tener el carnet de manipulador de alimentos y la cantidad de litros que se sacan de las redes de distribución de Zamora capital son, en algún caso, sospechosamente altas, lo que indica que ese líquido se está derivando a otros usos, como los industriales. Las afirmaciones de la política "podemita", sin embargo, no han sentado nada bien a la empresa que realiza el suministro, Tralaza, que a través de su presidente, Ángel Fernández Iglesias asegura que la compañía "lleva décadas dedicada en exclusiva al transporte de mercancías perecederas y cumple con absolutamente todos los requisitos exigibles para el desarrollo de la actividad de transporte de agua para el consumo humano".

Todas las cisternas de las que dispone la empresa Tralaza, "están debidamente homologadas y cuentan con el certificado a.t.p., que es necesario para el transporte de mercancías perecederas". Tralaza, prosigue la empresa, "lleva a cabo una actividad de limpieza pormenorizada y concienzuda, de tal forma que cada vez que una cisterna se carga y se descarga, se procede a su limpieza, desinfección y esterilización". Además, "si una cisterna no hubiese sido utilizada durante 24 horas, también se limpia y desinfecta antes de su uso. Por cada vez que se procede a la limpieza y esterilización de una cisterna, se obtiene un certificado de limpieza y desinfección que obran en poder de la empresa".

En lo relativo a la formación del personal autorizado, Tralaza "extrema las exigencias formativas, de manera que todos los conductores cuentan con el carné de manipulador de alimentos y todos los demás certificados exigibles, como puede ser el de tomador de muestras, todos ellos homologados por la Junta de Castilla y León". Por tanto "las afirmaciones de la señora Tobal sólo pueden calificarse como un ataque injustificado contra una empresa de Zamora, sustentadas únicamente con falacias y falta total de información".