Aficionado a las motos, a los barcos, a la colección de coches antiguos. Buen conversador, hábil en los silencios y, sobre todo, fiel a sus superiores. En agosto de 1999 dejó su oficina en Cortinas de San Miguel, donde ejercía como graduado social, para ocupar un despacho en la plaza de Viriato, el de vicepresidente de la Diputación. La artífice de este cambio fue la primera mujer presidenta de la institución provincial, Pilar Álvarez, a quien el ahora senador Dionisio García Carnero encomendó la tarea. Ella decidió llevarse como mano derecha a un hombre de confianza a quien había conocido en un máster de Dirección de Personal y Recursos Humanos: José María Barrios. Su aspecto de "contable" aplicado y el hecho de que no hubiera pisado antes la sede del partido en Víctor Gallego hizo que algunos le auguraran un futuro breve en política. Ahora, 18 años después, se acaba de convertir en el sucesor de Fernando Martínez Maíllo en la dirección del PP provincial. Llega la era Barrios.

En las últimas elecciones generales accedió al Congreso Nacional por Zamora, lo que le hace compañero de bancada de Maíllo, pese a las filas de distancia. Aún así, la relación entre ambos no pasa inadvertida cuando abandonan el hemiciclo para tomar un café, lo que suscita alguna que otra mirada de recelo. Pese a perder la alcaldía de su localidad, Morales del Vino, el acta de diputado nacional ha supuesto un impulso para Barrios y permitido a Maíllo zanjar su sucesión al frente del PP sin conflictos. A partir de junio al flamante coordinador nacional del PP podrá dedicarse al cien por cien a su labor en Génova sin descuidar a su partido en Zamora y la Diputación Provincial. El perfil bajo de Barrios y su carácter dialogante garantiza la continuidad del "maillismo" y, lo que es más efectivo y estratégico, que el número tres de Rajoy esté permanentemente informado de cualquier movimiento en la provincia, ya que compartirá con él varias jornadas a la semana en el Congreso.

Desde que llegó a la Cámara Baja se ha encargado de la portavocía adjunta de la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo, además de ser el secretario primero de la Comisión de Empleo y Seguridad Social y vocal de la Comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo. Una vez se convierta en el líder de los populares zamoranos será también quien supervise la elección de candidatos en las distintas elecciones.

Con Pilar Álvarez, Barrios aterrizó en la Diputación con un aire nuevo, siempre acompañado por su ordenador portátil y dispuesto a incorporar nuevas tecnologías en la institución. Fiel escudero, consiguió el respaldo de Álvarez, García Carnero y del propio Maíllo para continuar como vicepresidente en 2003. Aplicado, no oculta su pasión por las motos y por los coches, sobre todo los antiguos, como el Seat 600 del año 1972 que conserva entre la decena de los vehículos que tiene en propiedad, muchos de ellos de la década de los ochenta. Más reciente es su pasión por los barcos. Cuando sus obligaciones se lo permiten se acerca con su moto de gran cilindrada a Jerez y aprovecha los fines de semana para disfrutar de su esposa e hijos.

No se le conocen enemigos políticos, porque sabe eso de que "quien a buen árbol de arrima, buena sombra le cobija". Ahora le espera no una sombra sino un escenario. A partir del congreso de junio... ¡Luces, cámara y acción!