En septiembre de 1967 todas las familias de un pueblo sayagués perdían sus casas, se veían desahuciadas "por cuatro pesetas" y privadas de los negocios o las tierras que les daban de comer. Condenadas a la diáspora, también perdían los recuerdos materiales de la infancia de cada uno e incluso a sus difuntos, que quedaban sepultados bajo las aguas del río Tormes.

Sin embargo, medio siglo después los hijos de Argusino mantienen muy viva su identidad, su orgullo de pueblo, y tampoco olvidan las injusticias cometidas en ese verano de 1967. El desaparecido pueblo repasa su memoria esta tarde en un foro organizado por el Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA que contará con la presencia del sociólogo José Manuel del Barrio, del periodista Luis Miguel de Dios, de la dinamizadora cultural Belén Rodríguez y de José Manuel Pardal, nativo de Argusino. La mesa redonda "Argusino, 50 años después" pretende ser un homenaje a la localidad sayaguesa en el 50.º aniversario de su desaparición, se repasarán los últimos días del pueblo y el devenir de sus habitantes tras el exilio forzado por la inundación. Estará moderada, como es habitual, por la periodista Carmen Ferreras y el acceso será libre hasta completar el aforo.

La triste efeméride ha unido en 2017 a los herederos de Argusino en la organización de una serie de actividades conmemorativas que girarán en torno a la romería de la Santa Cruz, una fiesta local que aún siguen celebrando cada mes de mayo en la ermita levantada a orillas del embalse a partir de 1972, después de que su iglesia parroquial corriera la misma suerte que el resto de la aldea. De hecho, la cubierta del templo de Santa María Egipcíaca casi se desploma sobre sus feligreses durante la última misa oficiada antes de la inundación, el tercer domingo de septiembre de 1967, pues los obreros de Iberduero ni siquiera respetaron la celebración del Día del Ofertorio, según los testimonios recogidos por Estefanía Vega en un valioso reportaje sobre "Los últimos días de Argusino" publicado hace dos años en este diario. El último de los agravios cometidos por la empresa hidroeléctrica fue privarles de que el embalse llevara el nombre de Argusino, se eligió Almendra, el pueblo salmantino que está a 5 kilómetros de la presa.

Para los descendientes de Argusino, la romería de la Santa Cruz es una ocasión para reencontrarse, para orar por los ancestros que descansan en el cementerio anegado y para mantener viva la memoria de su pueblo, pero este año además se convertirá en una gran fiesta. "Argusino vive" ha programado una carrera popular desde la ermita para la tarde del sábado 6 de mayo, con modalidades de 5 y 10 kilómetros. Ese mismo día habrá un concierto de Aures Cantibus en el templo, y una discoteca móvil en el bar Argusino de Villar del Buey. El domingo se celebrará un concurso de pesca en el embalse a las 9.30 horas, a las 11 se inaugurará una exposición de pintura de Dary Marino y a las 13 horas será la misa. La procesión, con el ofrecimiento a los difuntos, saldrá a las 17.30 horas, y se terminará con la presentación de un himno a Argusino compuesto por la familia de Dios Álvarez.

Previamente, el jueves 4 de mayo, a las 19.30 horas el Museo Etnográfico de Castilla y León acogerá la presentación del documental "Argusino. Paisaje cultural sumergido", dirigido por Bárbara Fluxá.