Un maltratador que tiró del pelo, zarandeó, arrojó al suelo y pateó a su exesposa acaba de ser condenado a dos años de alejamiento de la mujer, con la que no podrá comunicarse por ningún medio durante este tiempo, aunque la mujer lo solicite, además de tener que cumplir con 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad.

La magistrada del Juzgado de lo Penal también le ha prohibido portar armas durante 21 meses, medida que, con el alejamiento, pretender proteger a la víctima de violencia de género, que denunció por primera vez a su excompañero sentimental cuando sufrió la agresión que describió cuando fue a denunciarle, si bien manifestó que había sufrido otro episodio de maltrato machista hace un año, si bien no existen pruebas de ese comportamiento, por lo que no se le pudo condenar por ello.

La mujer entregó en el Juzgado un parte de lesiones, en el que el médico que la exploró detallaba las heridas sufridas a consecuencia de los golpes que sufrió, lo que supone una prueba irrefutable de la agresión de que fue víctima.

El hombre admitió haber pegado a su expareja minutos antes de comenzar el juicio previsto en el Juzgado de lo Penal, por lo que se le aplicó la atenuante de confesión y arrepentimiento por haber maltratado a la mujer, lo que le permitió ver reducida la condena que exigía inicialmente el Ministerio Fiscal.