Ya es una realidad. El camión que hace pocas semanas viajaba a Belgrado desde Zamora para llevar ropa de abrigo a los inmigrantes ha reconvertido su remolque en un habitáculo que dispone de varias duchas para el aseo de los emigrantes, que normalmente se lavan con agua que ellos mismos calientan al fuego. "Además de poder ducharse, les damos pasta de dientes, ropa interior y calcetines", explica Javier Carracedo. Él mismo se ha encargado de organizar los viajes del vehículo, que tendrán equipos de un bombero, como conductor, y una enfermera, que se encargará de dar servicio sanitario a los refugiados. Su intención es viajar también por toda la frontera aunque, de momento, "es demasiado peligrosa para ofrecer este servicio humanitario", indica Carracedo.