Es una de las diez finalistas de los premios "Los mejores estudiantes de grado del año", acto que se celebra anualmente en Gran Bretaña desde hace siete ediciones. La zamorana Lucía Vázquez Vaquero, de 19 años, ha logrado llegar a la final tras superar a las 638 chicas que se presentaron en su categoría, "La estudiante de grado del año". "Después de escribir varios ensayos y realizar multitud de test psicométricos, fueron seleccionadas veinte personas para hacer entrevistas en una sede que la empresa Rolls-Royce, que patrocina esta categoría, tiene en Derby. Las diez seleccionadas asistiremos a la ceremonia de los premios como finalistas", resume la zamorana sobre cómo ha llegado a ser una de las candidatas.

Lucía Vázquez estudia en la actualidad ingeniería en diseño industrial y desarrollo de producto, en la universidad de Swansea, en Gales. "La elegí no solo por su ubicación, a los mismos pies de la bahía, un enclave marítimo y natural rodeado de acantilados de increíble belleza", describe. Su programa académico fue lo que la terminó de "cautivar", ya que sobresale en su rama, la ingeniería. "Mi carrera es básicamente un grado en ingeniería industrial y mecánica -ya que en Reino Unido estas dos modalidades se estudian normalmente juntas-, combinado con un grado en diseño de producto", precisa.

"Alguien con mi titulación es capaz de encargarse de los procesos de creación y diseño y de los de producción y manufactura de cualquier producto. Normalmente, se nos emplea en la industria automovilística, de bienes de consumo o en cualquier industria basada en conceptos de ingeniería que necesiten añadir un valor estético y funcional a sus productos", pone como ejemplo.

El campus en el que estudia, además, "aloja cientos de metros cuadrados de laboratorios y centros de investigación de renombre mundial. Es un espacio precioso, justo al lado de la playa y con unas instalaciones nuevas y muy modernas, el sueño de cualquier ingeniero", valora.

Considera que es complicado identificar qué ha sido exactamente lo que ha movido al jurado de este premio a situarla entre las finalistas. "Imagino que consistirá en una combinación de muchos factores, o quizá el salero español, al que tan poco acostumbrados están los ingleses", bromea. Por contra, ella está más que habituada a vivir en el extranjero, puesto que fue mientras estaba cursando 4º de la ESO cuando se enteró de la convocatoria de becas de Colegios del Mundo Unido (CMU) para poder estudiar en uno de los 17 institutos que se ofertan alrededor del mundo, desde Costa Rica hasta Singapur, Bosnia o Italia. En su caso, su experiencia educativa la desarrolló en Noruega.

Largo proceso

Durante el proceso de selección para este premio, se evaluó a los candidatos "de todas las maneras posibles, desde el aspecto profesional hasta el interpersonal o académico", enumera. "Así que haber llegado hasta aquí debe significar que he respondido bien a todas las pruebas y retos que se me han ido presentando", concluye.

Echando la vista atrás hacia esta fase, apunta que los límites de la convocatoria "van más allá de los méritos académicos" y parecen centrarse más "en buscar en nosotras aquellas cualidades que las líderes y trabajadoras del mañana deben poseer", resume. De hecho, además del criterio de excelencia, la empresa Rolls-Royce ha añadido los suyos propios, como que la vencedora tiene que estar conscientemente informada sobre su entorno, ser resuelta, curiosa y valiente o capaz de forjar relaciones personales y de trabajo con todo tipo de gente.

Aunque la ganadora no se sabrá hasta el próximo 21 de abril, la estudiante zamorana se siente ya muy afortunada, ya que solo por ser finalista cuenta con una beca de verano para trabajar en Rolls-Royce. "El premio final consiste también en un puesto de becario de verano, pero con beneficios especiales, ya que tendrá la oportunidad de viajar a Europa y no solo conocer, sino ser residente en la oficina de una de las líderes más importantes de la empresa", describe, aunque apunta que su parte preferida del premio "es el hecho de que la ganadora se convertirá en portavoz de la fuerza laboral femenina en la industria, representando a todas las jóvenes que se adentran en el mundo de la ciencia y la ingeniería, rompiendo estereotipos y todo tipo de barreras", subraya.

Tras todo el duro proceso de selección recuerda que sus posibilidades en estos momentos de ganar este premio "son de una entre diez", comenta con humildad. "He de decir que todas las candidatas son chicas inteligentes, versátiles, simpatiquísimas y con mucho talento", añade, por lo que considera que haber llegado a conocerlas "ha sido muy inspirador, además de todo un placer, por lo que hace que el proceso merezca la pena, sin importar el resultado", considera. El Canary Wharf, en el distrito empresarial de Londres, será el escenario donde se conozca si la zamorana ha logrado este reconocimiento.