Nuevos vinilos sobre Baltasar Lobo decoran una decena de escaparates abandonados en pleno centro de la capital. El Ayuntamiento de Zamora ha decidido actuar ante la constatación de la existencia de este tipo de elementos decorativos en mal estado y lo ha hecho potenciando la obra del artista de Cerecinos. De esta manera, el objetivo que persiguen los responsables municipales es doble: por una parte, tratar de mitigar los efectos del abandono de locales en el corazón de la ciudad; y por la otra, potenciar el legado de Baltasar Lobo como promoción del futuro museo que se encuentra entre los planes del equipo de Gobierno a corto plazo.

La Concejalía de Turismo ha decidido aprovechar el tirón de la Semana Santa para dar un lavado de cara a la iniciativa de decoración de escaparates abandonados. Operarios municipales trabajaron durante la jornada de ayer en la sustitución de nueve elementos de este tipo que se encontraban defectuosos en la plaza del Fresco, la calle Mariano Benlliure y en la calle de la Costanilla, junto al edificio del Ayuntamiento. "En total se han cambiado nueve vinilos en los que a partir de ahora se podrá ver parte de la obra del escultor Baltasar Lobo", explican desde el área dirigida por el edil de Izquierda Unida, Christoph Strieder.

Los responsables municipales han decidido potenciar la obra del artista de Cerecinos de Campos como antesala del proyecto del nuevo museo dedicado a sus esculturas. Cabe recordar que es objetivo del Ayuntamiento de Zamora trasladar la obra del escultor zamorano al edificio del ayuntamiento viejo, situado en la Plaza Mayor, toda vez que la Policía Municipal abandone su actual cuartel para instalarse en el remodelado edificio del Banco de España en cuanto terminen las obras en la plaza de Cristo Rey.

La iniciativa de cubrir los escaparates abandonados en el centro de la capital con vinilos que representan diferentes escenas de la vida de Zamora nació a iniciativa e la alcaldía de Rosa Valdeón en el año 2014. Una iniciativa que perseguía el objetivo de mejorar la imagen del entorno urbano más visitado y dignificar los grandes escaparates abandonados de locales representativos, como es el de García Casado en plena plaza de Sagasta. En aquella ocasión, se escogieron 23 fotografías que han sido modificadas a lo largo del tiempo, como lo son ahora con las de la obra de Baltasar Lobo.

Los vinilos correspondientes a la calle Mariano Benlliure, la calle de la Costanilla y la plaza del Fresco se encontraban hasta el momento en un pésimo estado de conservación, por lo que se ha decidido actuar de inmediato ante la llegada de miles de visitantes para conocer y disfrutar de la Semana Santa de la capital.