Casi la mitad de los jóvenes zamoranos engaña a sus progenitores en la red de redes al haber entrado en páginas que saben de antemano que a sus padres no les gustan por sus contenidos. Así lo revela un estudio llevado a cabo por la firma de seguridad McAfee y que recoge en su portal la propia Junta de Castilla y León por lo preocupante de los datos: los adolescentes saben cómo ocultar sus entradas y salidas en la red a sus padres, desconocedores de sus accesos al no entrar en su historial o estar borrado con anterioridad por parte de los nativos digitales. Contenidos pornográficos o de alto contenido violento son los más ocultados por los adolescentes ante la desaprobación de sus padres o sin su conocimiento.

El estudio señala también las fórmulas a las que recurren los jóvenes para evitar que sean "pillados" por sus mayores. En la mayoría de los casos minimizan la barra del navegador en el momento en que escuchan a sus padres acercarse, mientras que cuatro de cada diez va a lo fácil: eliminar el historial de búsqueda. Otros, por el contrario, acceden a esos contenidos dudosos fuera del hogar o con otro ordenador que no sea el familiar, mientras que más del 20% borra cualquier foto, archivo o documento comprometido que pueda traerles problemas con sus padres. Los métodos para burlar la vigilancia paterna lleva a veces a los más jóvenes a crearse cuentas de correo alternativas a las oficiales, es decir, a las que sus padres conocen.

Más de la mitad de los jóvenes recurre a Internet para descargar música o películas pirateadas y un porcentaje mínimo se vale de Internet para la compra de alcohol o drogas.

Los datos están muy vinculados a la adicción de los adolescentes a Internet. Según un estudio financiado por la Comisión Europea realizado por la Asociación Protégeles, dos de cada tres zamoranos pueden presentar algún tipo de indicio que lleve a pensar en una adicción cibernética. El aislamiento social, el elevado tiempo que pasan conectados al ordenador o prescindir de actividades a las que antes prestaban atención por entrar en Internet son algunos de los indicios que pueden apuntar a que los adolescentes tienen un problema. Las redes sociales son las que más adicción generan entre los más jóvenes.

La posesión de teléfonos móviles entre los zamoranos llama también la atención. En la provincia, más de la mitad de los adolescentes de doce años en Zamora dispone ya de teléfono móvil lo mismo que uno de cada cuatro menor de diez años.