La crisis económica parece haber pasado factura al propietario de casi un centenar de cabras que han muerto literalmente de hambre. El ganadero ha negado que lo ocurrido tenga que ver con su falta de diligencia con los animales para asegurar que no pudo continuar alimentando al ganado porque no disponía de dinero para darles de comer, según ha podido saber este diario de fuentes próximas a la investigación.

En las declaraciones efectuadas en el Juzgado que investiga lo ocurrido, un posible delito de maltrato animal, el dueño del rebaño manifestó que tenía embargadas todas las cuentas bancarias, por lo que carecía de liquidez para poder atender adecuadamente a las cabras y proporcionarlas alimentos.

Los cadáveres del casi centenar de cabras permanecían ayer, y desde hace varios días, en la explotación del acusado, a la espera de que la Junta de Castilla y León los recoja, operación que tendrá que llevar a cabo a partir de hoy por orden judicial. La intervención del juez se produce después de que el Seprona comunicara la situación al Juzgado, ya que el dueño de los animales tampoco puede hacerse cargo de la retirada de los animales muertos por la falta de medios económicos para afrontar el gasto derivado de esta actuación.

El juez ha ordenado ya a la Junta que ponga en marcha el servicio de recogida de cadáveres de que dispone, dependiente de la Consejería de Agricultura y Ganadería, trabajo que hará de forma subsidiaria y del que tendrá que responder con posterioridad el ganadero, al que se le pasará la factura correspondiente.

Por lo general, los industriales tienen un seguro que cubre el coste de la retirada de animales muertos por causas fortuitas o por enfermedad no vinculada a una mala gestión de la granja. Esta obligación es consecuencia directa de la prohibición por Ley de dejar los cadáveres de las animales muertos en el campo, al objeto de que se eviten focos de infecciones, enfermedades contagiosas y contaminación ambiental.

El Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería cuenta con un camión especial para retirar los animales muertos para llevarlos a uno de los crematorios de la comunidad autónoma en el que destruirlos.

La Junta de Castilla y León convoca subvenciones que pueden solicitar los ganaderos para sufragar el gasto de la suscripción del seguro de retirada y destrucción de cadáveres de animales muertos en sus explotaciones o granjas.

El objetivo de esta iniciativa es ayudar a los productores "tener una mejor situación para gestionar de las consecuencias que se deriven sobre su explotación tras el acaecimiento de riesgos de la naturaleza y de carácter epizoótico, no controlables", según consta en la convocatoria de la Junta de Castilla y León de las ayudas de abril del año 2016 a la suscripción de pólizas de seguro para gastos de retirada y destrucción de animales muertos en las explotaciones ganaderas.