La repentina subida de la factura de la luz dejó perpleja a una vecina de Morales del Vino y desencadenó una investigación policial que condujo a la Guardia Civil directamente a una plantación de marihuana. El inquilino de la casa contigua tenía 13 plantas, "para consumo diario", declaró, al tiempo que negaba que el suministro de la luz que utilizaba para mantener la plantación procediera de un enganche ilegal de la instalación de su vecina, como le acusa la denunciante.

La Fiscalía Provincial exige dos años de prisión para el joven acusado, de C.G.G., por un delito de tráfico de drogas, convencida de que los 1.758 gramos de cannabis que se incautó en el domicilio del imputado solo podían tener como destino la venta, que hubiera supuesto más de 5.000 euros de ingresos, por lo que exige 7.500 euros de multa. Por la defraudación leve del fluido eléctrico solicitó ayer al Juzgado de lo Penal una multa de 360 euros.

La acusación particular subrayó cómo las facturas de la luz de su clienta volvieron a la cuantía habitual en cuanto la Guardia Civil actuó y descubrió la plantación ilegal.

La esposa del procesado ratificó que el joven era consumidor habitual, que la situación económica era precaria y que había comprado semillas de marihuana para poder cosechar lo suficiente para poder tomar la droga durante todo el año.

La abogada del imputado insistió en la condición de padre de familia en paro y sin recursos de su cliente, que compra semillas y las planta para todo el año, "las riega de vez en cuando y las tiene en la terraza de la casa, no necesitan luz porque las plantas no han concluido su crecimiento, que es lento, se recogerán en noviembre y se fumarán todo el año".

El hecho de que la Guardia Civil estableciera un control en el domicilio del acusado y no observara trasiego de personas, como ocurre cuando en se trafica con drogas, le sirvió a la abogada del procesado como argumento para descartar que su cliente vendiera marihuana. Puso de relieve que su defendido abrió la puerta a los agentes de la Benemérita cuando acudieron a inspeccionar la casa, sin oponer resistencia.

En cuanto al posible enganche ilegal a la luz de la vecina, la letrada pidió a la juez que se descartara porque no se ratificó en el juicio celebrado ayer el informe por ningún perito y "es una valoración pero ni aparece el electricista" que la hizo, profesional que manifestó en su día "que cree que podría ser que le hubieran pinchado la luz" a la denunciante, "si por esto se condena, me temo que cualquier día me puedo encontrar con una denuncia de mi vecino" porque su consumo de luz se ha disparado.

Finalmente, puso en duda que la cantidad de cannabis por la que se detuvo sea de casi dos kilos, puesto que las plantas no estaban secas y de haberlo estado habrían pesado unos 200 gramos. Aludió a que el consumo propio está en unos 20 gramos diarios, de acuerdo con al jurisprudencia en esta materia. La petición de absolución se cimenta en que "todo son conjeturas", destacó la abogada del acusado, que consideró esencial que hubiera una cata y sobre el consumo de luz y un examen que acreditara la manipulación de la instalación de la vecina.