Los efectos de la ley antitabaco, que ha supuesto una rebaja en el consumo hasta un 21% de la población, se ha dejado notar "casi de forma inmediata" en un descenso de problemas cardiacos como anginas de pecho e infartos, pero todavía no en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), ya que los efectos del hábito de fumar en esta patología se ven a largo plazo, y de hecho "ahora estamos pagando la incorporación masiva de la mujer de los años 80 y 90". Lo dijeron Ana Pueyo, de Socalpar y Rosa Iván, de Semes, dos de las cinco sociedades científicas (junto con Semergen, Semg, y Socalemfyc) de neumólogos y médicos de familia y urgencias que reúnen hasta hoy a 140 profesionales en la octava Jornada de Neumología de Atención Primaria de Castilla y León.

Precisamente este año se volverá a hacer el estudio "episcan" sobre la incidencia de la EPOC, que se llevó a cabo por primera vez hace veinte años y se repitió hace diez. Las especialistas esperan que el estudio detecte cierto descenso de casos por el número creciente de personas que dejan el tabaco, aunque también hay que tener en cuenta que se trata de una patología infradiagnosticada, con lo cual una mejora en la búsqueda de casos puede dar como resultado un aumento aparente de las estadísticas.

El gerente regional de Salud, Rafael López, que acudió a la inauguración del encuentro, que se celebra en el hotel NH de Zamora, fijó la prevalencia del EPOC en un 3,8% de la población de la comunidad autónoma, unas 40.000 personas mientras Pueyo habla de un 10% de la población mayor de 40 años la que está afectada por esta patología, que se puede evitar muy fácilmente, simplemente dejando de fumar, pero que tiene una repercusión en términos de salud y económicos muy importante. Cada paciente de EPOC cuesta 2.500 euros al año a la sanidad pública. "Sólo en medicamentos las enfermedades respiratorias cuestan 61 millones al año, de los cuales 15 los dedicamos al asma y la EPOC", dijo López.

Son precisamente la EPOC y el asma las enfermedades respiratorias más importantes, aunque hay otras que afectan a menos personas pero presentan una morbi mortalidad muy destacada como embolias, cáncer de pulmón, fibrosis pulmonares o hipertensión pulmonar. Y hay que incluir también los diagnósticos que llevan a mucha gente a urgencias cada año, como catarros, gripe, infecciones o neumonías. Estudiar los avances en el tratamiento de las enfermedades respiratorias y coordinar protocolos entre los especialistas de neumología, familia y urgencias, es uno de los objetivos de la reunión de Zamora.