Una multa de 8.100 euros, a la que hay sumar una indemnización de 970 euros, es la petición del fiscal del Juzgado de lo Penal para un joven acusado de causar daños de madrugada en un bar de la capital. Según relató el dueño del establecimiento, único testigo de los hechos, había regresado al bar a por su móvil cuando oyó un fuerte golpe y una piedra impactó en la ventana, haciéndola añicos.

Durante su declaración, el dueño no pudo afirmar "al 100%" que el acusado fuera el autor de los hechos, sobre todo por el tiempo transcurrido -más de año y medio- pero sí aseguró que había corrido detrás de él y que en su día lo identificó como el autor de esos destrozos.

Por su parte, el acusado declaró que ese día se fue pronto a casa y tras cenar con sus padres, se metió en la cama. "No salí a la calle, así que nadie me pudo ver", subrayó. "Me enteré de todo por la llamada de un amigo de madrugada", añadió. Su abogado llamó a declarar al hermano de su cliente, quien confirmó el relato.

Tras escuchar a los testigos, el fiscal se reafirmó en su petición de pena, mientras que el abogado de la defensa solicitó la libre absolución del joven, argumentando que había "contradicciones" en la declaración del testigo, quien dudaba en reconocer a su cliente.