El pintor Javier Aoiz Orduna expone por primera vez en la ciudad. La galería de arte Espacio 36-Ángel Almeida presenta una veintena de obras realizadas por este artista.

-En "De viaje" combina una serie de paisajes urbanos con bodegones, unas temáticas muy distintas. ¿Por qué ambos registros?

-Porque son los temas que más me han gustado aunque también he trabajado la figura humana. Pinto casi siempre aquello que me rodea de ahí que pinte bodegones, algunos de gran formato que no se exhiben en Zamora. El bodegón es un género de pintura que ha estado denostado durante mucho tiempo y se ha considerado un género menor. Yo reivindico su importancia.

-¿Por qué debe de ponerse en valor?

-Es una pintura tan válida como otra. El género es quizá lo que menos importa, lo fundamental es lo que tú quieras contar. Yo trato de contar cosas de la realidad cotidiana. Además me gusta la parte bonita de las cosas, pues la belleza se puede encontrar en las pequeñas cosas que nos rodean. Mi pintor favorito, Morandi, pintó toda su vida casi los mismos objetos y sin embargo tiene unos bodegones de una belleza extraordinaria. En cuanto a los paisajes, en ellos trato de retratar los lugares que visito y que me llegan e incluso en algunos casos mezclo, de ahí que en muchos bodegones haya una ventana donde se muestra un paisaje.

-Busca la belleza en lo cotidiano y en lo cercano, pero ¿resulta difícil hallarla?

-Creo que la belleza está en todas partes. En verano cuando estuve en Zamora me enamoré de la ciudad, sobre todo de la parte de la ribera del Duero donde existe una vista espectacular. Es una vista muy espectacular igual que la Catedral que es muy distinta a las de su estilo en España.

-Tanto en los bodegones como en sus paisajes confiere una gran importancia a la luz, aunque las gamas cromáticas que emplea en cada tema son opuestas.

-Sí, es verdad aunque no sé el motivo realmente. No soy consciente de que sea lo que busco plasmar en mis cuadros. En mis obras hay muy pocas partes oscuras porque me interesa la luz. Me parece muy bien que haya obras para todo los gustos y que haya un público que aprecie el feísmo. Desde mi punto de vista, la pintura no tiene que ser reivindicativa o contar una historia. Para mí pintar no es un arte que me supone un sufrimiento sino que es una de las cosas que hago en la vida que más placer me produce y más felicidad me aporta. Creo que transmito la parte bonita que tiene la vida, que también existe pues para desgracias no hace falta más que ver las noticias.

-¿Una de las finalidades de la pintura puede ser dar cabida a la parte agradable de la existencia?

-Quizá en mi caso sea así. Cuando he hecho retrato o hago un paisaje trato de buscar la parte más bella.

-Usted ha sido finalista en varias ediciones de los premios BMW de pintura, uno de los pocos galardones que han sobrevivido a la crisis.

-Ser finalista ha sido una oportunidad para conseguir dar visibilidad a mi obra. De hecho recientemente a través de las redes sociales contactó conmigo Albano quien sí lo ha ganado y quien me ha explicado que ha seguido mi trayectoria a través de este concurso. Espero que sea un certamen que no desaparezca y que mantenga la calidad.

-Usted también ha tenido relación con el mundo del teatro. ¿Volverá a realizar alguna escenografía teatral?

-Me encantaría. La crisis ha hecho que muchas de las personas que nos dedicábamos a la escenografía nos hayamos quedado sin trabajo. Desgraciadamente ahora se tiende a obras con apenas decorado. La última que hice fue en el año 2012 para "Yo soy Don Quijote de la Mancha", con José Sacristán, y el espacio escénico era muy potente. Estuvo en el Festival de Teatro Clásico de Almagro y en el Teatro Español. Trabajar para el teatro me apasiona.

-¿Qué proyectos tiene por delante?

-El próximo año en marzo daré el salto al extranjero. Expondré con una galería en Ginebra. Es un espacio muy bonito, una antigua bodega del siglo XIX. Es un proyecto que me parece muy interesante pues es una manera de abrir nuevos mercados.