Julio César Ruiz Salamanca regresa como director de la Unidad de Música de la Academia Básica del Aire a Zamora para deleitar al público con un repertorio variado e interpretado por auténticos profesionales.

-¿Qué supone regresar un año después a Zamora?

-Vuelve a ser un reto, pero también algo ilusionante. Recuerdo que el año pasado fue aquí la primera vez que el coro de la Academia Básica del Aire actuó fuera de tierras leonesas y tuvimos una gran acogida por parte del público, que nos recibió de manera fervorosa. Así que disfrutamos tanto en profesional como en lo personal y estamos muy contentos de que hayan vuelto a contar con nosotros. Ahora espero que esta cita con Zamora se convierta en algo habitual.

-¿Es más especial este concierto teniendo en cuenta que este año la Academia Básica del Aire está de celebración?

-En este año celebramos nuestro 25 aniversario, así que estamos programando diferentes salidas por ciudades cercanas, por lo que volver a Zamora es todo un lujo. Respecto a la Unidad de Música, se trasladó desde Zaragoza a León en 2008 y desde el próximo mes de abril tendremos un amplio programa que incluirá conciertos, exposiciones e incluso exhibiciones aéreas. Todo para darnos a conocer mucho más. Y aprovecho a invitar a todos los zamoranos a disfrutar de alguna de estas actividades, puesto que apenas hay distancia entre ambas ciudades.

-¿Es el teatro Ramos Carrión un buen escenario?

-Es idílico, con una acústica impresionante. De todos los teatros donde se hacen remodelaciones, me ha sorprendido mucho su sonoridad. Es cierto que el año pasado, cuando entré, me resultó un poco frío a primera vista, sobre todo por esa madera con el color tan claro. Pero la sonoridad es fabulosa y el teatro es digno de disfrutarlo, tanto tocando como dirigiendo. Además, está claro que el público también lo hace, así que se crea una auténtica simbiosis.

-¿Qué formación tienen los miembros de la Unidad de Música de la Academia del Aire?

-Todos son profesionales. La división de los músicos militares está primero los suboficiales, que pertenecen a los cuerpos de música militares y que pueden estar destinados en cualquier ejército, todos titulados superiores y con su carrera de música en distintas especialidades instrumentales. Y luego está la tropa que pertenece al Ejército del Aire. El nivel que tenemos nosotros es especialmente medio y alto, donde un gran número de gente está cursando estudios tanto de grado medio como de grado superior. Algunos incluso son opositores a la escala de suboficiales u otros departamentos de la administración.

-¿Qué características tiene la banda?

-Es una banda muy joven. La media ronda los treinta años y es fabuloso el poder trabajar con buenos profesionales, aunque de cara al director es un nivel de exigencia terrible cada vez que se pone un pie en la tarima. Se trata de gente que tiene mucha experiencia, a pesar de su juventud, y una calidad técnica y musical de primer orden.

-¿Cómo preparan el repertorio?

-Sobre todo, para que la gente se lo pase bien. Por eso hay de todo, desde clásicos de la zarzuela y pasodobles hasta boleros, además de marchas militares.

-¿Y qué aporta la intervención del coro de alumnos de la Unidad de Música de la Academia Básica del Aire?

-Esta vez es un grupo más amplio que el del año pasado, con 62 alumnos. Se trata de un coro estable, con un repertorio más militar e interpretando temas que rememorarán los más veteranos entre el público de sus años de milicia.

-¿El público es una parte importante?

-La idea es siempre que el público se lo pase bien. Y el de Zamora, a pesar de ser de una zona de Castilla que parece fría al principio, se vuelca en seguida y notamos el calor desde la primera pieza. Además, mientras va transcurriendo el concierto los músicos se sienten más cómodos y también disfrutan.