Tengo que reconocer que la experiencia vivida el pasado jueves en el Teatro Principal ha sido una de las más sorprendentes y significativas que he tenido en mis años de relación con el flamenco. Por eso retomo parte del título de la presentación que debió de salir en el periódico dicho día y que por una concatenación de circunstancias no pudo ver la luz. En ese caso la única variación era el cambio de "sin" por la "y". No obstante, para quien quiera ver el texto completo puede visitar el blog del periódico (http://blog.laopiniondezamora.es/flamenco/).

Efectivamente, aun sin Manuel, el teatro se llenó hasta el extremo de tener que poner a la venta localidades que habitualmente no se ponen, alcanzando el aforo completo, o lo que es lo mismo, cuatrocientos concurrentes. Pero lo que de veras me sorprendió fue el comportamiento del público -muy heterogéneo, como corresponde a este tipo de conciertos- ver vibrar a la gente con las escuetas pinceladas de flamenco -entre otros géneros- en correspondencia con cuatro palos: cantiñas, tangos, rumba y bulerías. Todos festeros y los únicos ejecutados sobre las venerables tablas de la bombonera. Y ahí está la paradoja, de nuevo es el flamenco lo que más interesa al público en estos artistas.

Preceden los músicos a Lole Montoya. Las guitarras de Juan Carmona, El Camborio (Ketama e hijo de Juan Habichuela) y Juan José Suarez, Paquete (Barbería del sur, hijo de Ramón El Portugués y sobrino nieto de Porrina de Badajoz), además de la percusión de Sabu Porrina, hermano de Paquete. Ejecutan tres canciones para hacer en el cuarto tema "Arroyo claro" en compás de cantiñas. Aquí el público empieza a avivarse, alcanzando el tono definitivo con los siguientes tangos rematados con tercios en árabe (recordar que Lole es hija de La Negra, nacida en Orán, de donde le viene su inclinación por la cultura árabe y el estudio de su lengua). Se retira la trianera a camerinos a la vez que interpretan los músicos rumba instrumental. De nuevo canción en compás de tangos muy aplaudidos; bolero de Antonio Machín; "Todo es de color", el tema compuesto por su ex Manuel Molina y Tele Palacios de Triana. Despedida dirigiéndose por primera y última vez al auditorio: "Ahora vamos a cantar un poquito por bulerías", ejecutando "Romero verde". Ante la insistencia del público pidiendo ¡otra, otra, otra! vuelven a salir para cerrar con nueva entrega por bulerías.

En definitiva, pinceladas de flamenco, escaso y de poca enjundia -aunque puede que suficiente-, con evidentes limitaciones vocales, lo que no fue óbice para que el respetable diera la impresión de quedar razonablemente satisfecho.

Próximo jueves, dos Rocios, Heredia al baile y Bazán al cante. Pero antes, o sea hoy sábado, en el NH velada flamenca por todo lo alto. De todo ello informaremos a su debido tiempo.