Los seis juzgados de la capital comenzarán a derivar asuntos a la mediación para resolverlos sin tener que celebrar juicio, un sistema que permitirá ahorrar en tiempo y coste económico en beneficio de los ciudadanos que se ven inmersos en un procedimiento judicial, según explicaban el secretario y la vocal del Instituto de Mediación del Colegio de Abogados, José Ángel Prieto Pilo y María Eugenia Flechoso.

Esta fórmula alternativa no implica la renuncia a la intervención del juez, sino que sirve para aproximar posturas entre los litigantes y conseguir un acuerdo que se reflejará en la sentencia judicial. Su eficacia está demostrada, ya que permite solventar en pocas sesiones, en dos meses a lo sumo, asuntos que el Juzgado tarda en sentenciar más de siete meses, en función de la complejidad del asunto, agrega Prieto Pilo. Pero, "más importante" que la reducción de tiempo en la resolución "es el nivel de satisfacción de las partes, que consiguen su acuerdo", puntualiza Flechoso. Además, "el cumplimiento será más fácil porque los afectados son los que deciden".

Las causas que son susceptibles de resolverse sin llegar al juicio son las civiles, mercantiles y de familia. Los únicos casos que se excluyen son las reclamaciones de una cuantía inferior a los 2.000 euros, que no requieren ni abogado ni procurador y que puede llevar a cabo el propio perjudicado de forma personal, aclaran los representantes del Instituto de Mediación del Colegio de Abogados.

Está previsto que a finales de este mes los 80 abogados formados para mediar reciban las primeras causas judiciales, en virtud del protocolo que entrará en vigor, apunta Prieto Pilo, tras la experiencia piloto que se puso en marcha a mediados del año pasado con el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1.

Cuando el juez determine que un asunto puede de ser resuelto a través de este sistema, siempre que las partes lleguen a un acuerdo de forma voluntaria, el Colegio designará a un mediador (abogado) que entrará en contacto con el abogado de quien demanda y el de quien es demandado para tratar de que sus clientes accedan a tener un primer contacto, algo totalmente voluntario, para explicarles en qué consiste la mediación y el coste que tendrá para el usuario.

A partir de ahí, tiene lugar la primera sesión informativa, varios días después de que el juez haya propuesto acudir a un mediador con fecha y hora. Si las dos partes en litigio optan por iniciar este camino, el mediador establecerá un calendario para fijar los siguientes encuentros, "sin que se suspenda el procedimiento judicial", insiste en recalcar Flechoso. Incluso, se puede suspender la mediación y que la causa siga su tramitación judicial.

El abogado de cada uno de los implicados en el asunto no podrá asistir a los encuentros con el mediador, pero sí llevará a cabo un labor de tutela a su cliente, al que asesorará y tendrá una control de la legalidad y sobre los intereses de su cliente.

El Instituto de Medicación del Colegio de Abogados tratará de extender este sistema a otras instituciones, como el Ayuntamiento y la Diputación, colegios de profesionales y asociaciones, como las vecinales.