Concebida en plena recesión económica, la reforma laboral nació hace ahora cinco años con un objetivo claro: cambiar la flexibilidad externa de las empresas por la flexibilidad interna. En otras palabras, parar la destrucción de empleo, galopante cuando se aprobó la norma, por reducciones de sueldo que hicieran más competitivas a las empresas para no tener que despedir personal "sí o sí". La devaluación de la moneda, clásica medida para hacer más competitivas a las empresas pero inviable en un mercado común como el europeo, se sustituyó por la devaluación salarial.

Aunque en España las conclusiones indican que hay más empleo pero de peor calidad, esto no se cumple en Zamora. Hay menos afiliados a la Seguridad Social que hace cinco años y los sueldos son más bajos. En provincias como esta, donde la emigración es el pan de cada día, muchos trabajadores han emigrado y los que se quedan tienen peores condiciones.

Los datos del SEPE hablan de una reducción del paro, aunque hace tiempo que se sabe que hay trabajadores desempleados que no se apuntan a las listas oficiales. Los expertos coinciden en que las cifras de la EPA son más fiables en este sentido. Partiendo de esto, la EPA del cuarto trimestre del 2011, la más actual cuando se instauró la reforma, daba a Zamora 13.800 desempleados. La del último trimestre del año pasado da 13.900. Son datos prácticamente idénticos aunque en el periodo intermedio ha habido picos más que preocupantes, con 23.600 desempleados en el primer trimestre del 2015.

Hay pocas fuentes que detallen los ingresos de los trabajadores a nivel provincial. De todas ellas, la más fiable es el Ministerio de Hacienda, que da los datos elaborados con las declaraciones de la renta presentadas por los contribuyentes. Los datos son tajantes. Los sueldos, lejos de incrementarse en cinco años como sería habitual, han ido a menos. Los zamoranos ganaban en 2011 una media de 16.291 euros brutos anuales, cantidad que se ha reducido hasta los 15.749 que da la estadística del año 2015, la más actual hasta la fecha.

Al igual que sucede con el paro, también hay varias fuentes a las que acudir para conseguir el dato. Una es la EPA, que indica que la población ocupada en Zamora ha aumentado ligeramente hasta los 69.400 trabajadores a finales del último trimestre del año pasado. Sin embargo, son mucho más fiables las estadísticas que elabora el Instituto Nacional de la Seguridad Social, que tiene en cuenta el número de trabajadores en activo que hay al final de cada mes porque es el organismo que gestiona las cotizaciones a las que deben hacer frente todos los trabajadores y que también cuenta con el número exacto de trabajadores autónomos que hay en la provincia. El INSS indica que en Zamora hay actualmente menos trabajadores que hace cinco años. En enero del año 2011, según la Seguridad Social, 58.471 trabajadores estaban dados de alta en la provincia de Zamora. En enero de este año, con los datos que se publicaron hace escasos días, había 55.575 personas dadas de alta, entre asalariados y autónomos. Son 2.896 menos, una pérdida bastante acusada para una provincia con los niveles de Zamora.

Es un tema recurrente en el discurso de los sindicatos que la reforma laboral ha favorecido el empleo precario y a tiempo parcial en lugar de la contratación estable y a jornada completa. Los datos desmienten en parte esta realidad en lo que concierne a la provincia. En enero de este año el 9,76% de los contratos que se firmaron tuvieron carácter indefinido, una cifra similar pero algo más alta que el 8,97% de enero del año 2012. Además, el número de contratos a tiempo parcial rubricado en el mes anterior a la entrada en vigor de la reforma superior fue mayor, en términos absolutos y porcentuales, que el del último mes. La conclusión es que la pérdida de calidad en el trabajo ha llegado más por la reducción salarial que por la reducción de jornada.