Desde la delegación de la Junta de Castilla y León en Zamora, Alberto Castro se pronunció acerca de la pérdida de trece plazas de docentes de cara al próximo curso en Zamora, tras la negociaciones llevadas a cabo entre responsables de la consejería de Educación y los sindicatos del ramo. "Tenemos que ser prudentes, porque muchas veces lo que se prevé luego no se ajusta a la realidad", advirtió.

En este sentido, el delegado de la Junta recordó que la principal preocupación que tiene esta provincia "es la falta de niños", aunque subrayó que se continúa con el "compromiso" del gobierno regional de tener unidades abiertas en núcleos rurales con solo cuatro alumnos, una cifra que si se ve reducida "tendría que cerrarse el centro", lamentó Castro.

En este sentido, apuntó que el cierre de aulas "supone una merma y una amortización de plazas de profesores, pero es verdad que esas plazas que disminuyen son menos de las mitad y subrayó que la Junta de Castilla y León "hace un gran esfuerzo a la hora de mantener los puestos de trabajo, pero la realidad de nuestros pueblos es que cada vez hay menos niños". Aun así, señaló que hay que esperar que se abra el periodo de matriculación "para que no cierren los centros". Por último, reforzó la idea de que la administración regional "se compromete a llevar la educación a los núcleos de población rural.