El escenario del teatro Ramos Carrión se convirtió en la tarde de ayer en la Verona de "Romeo y Julieta". El clásico de William Shakespeare aterrizó en la capital convertido en danza de la mano del Ballet Imperial Ruso. Esta versión se estrenó en febrero 2004 y es la adaptación para el Ballet Imperial Ruso de la famosa coreografía de Leonid Lavrovsky por su hijo Mikhail Lavrovsky, que en las producciones de su padre con éxito interpretaba el papel de Romeo.

Su puesta en escena contó con un magnífico diseño producto de la creación imaginativa de unos de los mejores escenógrafos rusos de la actualidad: Evgeny Lysik y Anna Ipatieva.