Las empresas de Zamora que exportan sus productos hacia Estados Unidos viven en una continua incertidumbre desde la llegada a la Casa Blanca del presidente Donald Trump. Una expectación basada en las decisiones comerciales que el nuevo gobierno americano pueda tomar en relación a los acuerdos con la Unión Europea y las posibles medidas proteccionistas arancelarias. En el año 2016, las firmas zamoranas alcanzaron un volumen de ventas en los Estados Unidos que superó el millón de euros en un año récord para las exportaciones en Castilla y León. A día de hoy, nadie, salvo el líder de los republicanos, sabe cómo va a evolucionar este mercado.

La incertidumbre es el sentimiento generalizado ante los pasos que pueda dar el nuevo dirigente más poderoso del mundo. Así lo atestiguan los representantes de grupo Matarromera y Amri, dos de las firmas radicadas en la provincia que guardan una estrecha relación con Estados Unidos. Pese a que aún la expectación es alta, afirman desde estas dos firmas que "se empieza a notar" poco a poco el efecto Trump. Y lo hace a través de los daños colaterales, como la devaluación de las monedas de Iberoamérica, especialmente el peso mexicano, que se ha derivado de sus primeras medidas y ya está teniendo impacto directo en las ventas de bienes y servicios de Castilla y León a esos mercados con bajadas generalizadas.

En este caso particular, sobre la situación del peso mexicano, representantes del grupo Matarromera aseguran que "la inquietud es importante en los importadores", dado que están pendientes de la devaluación de su moneda, el peso, que se ha disparado hasta el 14%. Más contundente es, sin embargo, el presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Santiago Aparicio. En declaraciones recogidas por Ical, afirma el representante de los empresarios que los pasos que Donald Trump está dando "son de auténtico populista, déspota, bravucón y provocador" y entiende que lo que busca es "poner nervioso a todo el mundo, sacarlos de sus casillas y después hacer lo que el quiera".

Cecale augura que Trump deberá enfrentarse tanto a la clase política de su país como a sus propios ciudadanos. "Se trata de un país que asume el 30% de las transacciones comerciales mundiales y es un destino muy interesante para todos, porque son grandes consumidores, de gran poder adquisitivo y que aprecian todo lo bueno. Cuando la gente empiece a ver que no puede comprar lo que quiere por la imposición de súper aranceles, a ver si no cambia de postura", apunta Aparicio. "Si logra cerrar Estados Unidos y el resto se une, puede pasarlo muy mal y llevar a su país a un gran deterioro económico, algo que no permitirán sus cámaras, por lo que se impondrá la lógica empresarial", concluye.